Palabras extraviadas [privado]

Emito un suave y a la vez extasiado gruñido al sentir la calidez que me produce el roce de su lengua contra mi piel, Comenzando a mover casi involuntariamente las caderas al mismo tiempo que trato de reprimir cualquier gemido que pueda salir de mis labios, aunque parezco ser el único al que aun después de haber llegado tan lejos le preocupa ser descubierto no puedo evitar sentirme un tanto nervioso ante esa posibilidad

Reemplazo mi lengua por uno de mis dedos, introduciendolo lentamente a travez de su esfinter, pasandolo con facilidad por la humedad ya presente en su trasero, muerdo mi labio inferior con cierta fuerza que no noté e introduszco un segundo dedo, llevando mi otra mano a su pecho, pellizcando suavemente sus pezones, notando como se reprimía para no gemir demasiado alto y no pude evitar que una sonrisa sardónica curvara mis labios.

-¿No sería excitante si alguien nos descubriera?-dezlicé malisioso, acercandome lo suficiente a su oreja, dandole un mordisco ligero, bajando mi mina que anteriormente estaba en pecho, lenta e incitante, pasando mis dedos por su estómago y rozando su ingle.

Gimo estruendosamente sin lograr reprimirme por mucho más tiempo, comienzo a sentir el cálido líquido pre-seminal recorriendo lentamente mis muslos, noto un leve estremecimiento por mi parte sintiendo como empieza con el movimiento de vaivén esta vez introduciendo un tercer dedo, tiemblo violentamente a la vez que me inclino de nuevo hacia atrás, presionándole la pelvis con más fuerza que la vez anterior

No he podido dejar de mostrar una ligera y maliciosa sonrisa desde que todo esto había iniciado, gruño reprimidamente por su contacto y lo tomo de las caderas, acercándolo una vez más a mi, dejando nuestros cuerpo pegados, le fuerzo a abrir las piernas un poco más y con poca paciencia, algo realmente muy raro en, mi lo penetro de una sola embestida.

Aún está de rodillas en el suelo por lo que me es fácil el iniciar el movimiento, acariciando de vez en cuando sus caderas, apretando los labios al sentir como su cálido interior me envolvía y apretaba de forma deliciosa y placentera; por un momento tan solo me concentro en el ardor que corría por mi pecho y abdomen sin fijarme demasiado en si le dolía aún o no. Más mis movimientos le empiezan a volver lentos, esperando a que sea él mismo quién me pida por más.

Arqueo flexiblemente la espalda, apretando con fuerza las nalgas en un reflejo producido por el dolor y la sorpresa al notar su reacción, no me cuesta demasiado acostumbrarme aun esperando que la penetración fuese más lenta, siento como rápidamente sus movimientos van siendo más lentos y suaves permitiéndome hacerme a estos y seguir su ritmo con más soltura

Muerdo sin a penas fuerza mi labio inferior gruñendo roncamente solo para evitar gritar con demasiado volumen, parece divertirle esta situación y eso de alguna manera me mosquea aunque reconozco que eso le da todavía más morbo a esto, comienzo a moverme con más rapidez incitándole a hacer lo mismo, dirigiéndole una mirada cargada de una mezcla de súplica y excitación...