Alianzas

Al llegar al Comedor lo primero que hice fue pedirle a la cocinera que preparara una infusión de tés que sirvieran para relajar. Acto seguido, Keiser y yo pedimos una taza de café para sentarnos en una de las mesas apartadas de los demás alumnos.

No sabía si estaba del todo bien que indagara en cosas que Ryo no me había contado aún, pero no lo hacía por curiosidad, sino porque realmente me preocupaba saber que tenía razón en el hecho de que había algo malo en su pasado que le seguía molestando aun ahora...

- Iré al grano - le dije una vez que tomé un sorbo de café -, quiero saber exactamente qué fue lo que llevó a Ryo a ponerse tan mal...

-no lo sé-le dije tranquilamente mientras tomaba un sorbo de mi café- y aunque lo supiera, eso es algo que debe de decirte él no yo-terminé.

- No te estoy preguntando las razones o tus suposiciones acerca de qué es lo que le sucede a Ryo - aclaré -. Lo que te estoy preguntando es qué fue lo que hiciste antes de que estuviera así, ¿alguna charla o acto?

Keiser frunció el ceño y yo suspiré profundamente. Paciencia, Enseo, paciencia...

- Sabes cómo es él, no me dirá a menos que sepa manejar las cosas para intentar ayudarlo y eso únicamente lo puedo hacer con tu ayuda... sé que estás al tanto de que a éstas alturas necesita de todos los que puedan ser sus amigos, pero sólo yo puedo lograr algo que ustedes no...

-que me asegura que puedo confiar en ti?-le pregunté, realmente no quería soltar prenda tan facilmente- no sé lo que te ha dicho, pero soy muy reservado con las cosas que me cuentan a mi, acerca de lo que hice, simplemente fue contarle algo mio, nada mas, en todo caso, ¿por que eres el único que puede hacer algo?- la respuesta sobraba pero quería saber que tanto le importaba Ryo.

- Nada puede asegurártelo más que tú mismo ahora, escuchándome y viendo mis gestos - respondí con toda tranquilidad -. Es casi nada lo que sé de ti por otras personas, pero sé que te gusta poner a prueba a las personas a tu propio modo antes de cualquier otra cosa.

Ante su silencio, me limité a responder su última pregunta.

- Y soy el único que puede abrir a Ryo por los sentimientos que él guarda hacia mí y que correspondo desde hace mucho.

-esactamente que es lo quieres saber? y ten cuidado al responder, no pienso decirte nada que sea demasiado relevante desde mi punto de vista-dije tomando otro sorbo de mi café- solo te advierto que, si le haces daño, si por alguna razón le hieres...-enarqueé una ceja-no respondo, ese muchacho a confiado en mi y...no pienso defraudarle.

- Lo que quiero saber de forma específica es a partir de qué momento en la charla que sostuviste con él notaste que algo no andaba bien - pregunté, la respuesta a ello descartaría todo lo que pasaba por mi mente y sería más fácil intentar manejar la situación para ayudarlo...

-se tornó dificil cuando empezó a hablar de su pasado, de su familia-dije superficialmente-de repente le asaltó un dolor de cabeza-agregué bajando la mirada al liquido negursco en mi taza mientras que recordaba el suceso, aquella sombra, por que rayos tenía que haberle permitido hacer aquello?-como supongo, viste, me puse de pie e intenté ayudarlo, pero no sé esactamente lo que probocó esa reacción-terminé aún sin elevar la mirada, aquello era culpa mia.

- Entonces ¿fue cuando intentaste abrazarlo que se puso peor? - inquirí.

Con lo que Keiser ya me había contado no había lugar a duda alguna en mis suposiciones... a Ryo le atormentaba una culpa que tenía que ver con su trágico pasado, con la muerte... lo que ahora debía averiguar era con respecto a quién la sentía y por qué.

-de hecho...cuando le abrace pareció calmarse...realemte necesita de personas que le hagan sentirse protegido- dije lo ultimo mas para mi que para él, era cierto, en este momento lo que ese chico mas necesitaba no era solo alguien con quien hablar, nesecitaba alguien que le hiciese sentir en casa-espero que sepas lo que harás-sentencié mirandole a los ojos.

- Eso ya deberías saberlo - aseveré, poniéndome de pie -. El hecho de que seas amigo de Ryo y te preocupes tanto por él no te da el derecho de hablar del modo tan arrogante con el que te expresas justo ahora. Después de todo, soy tu sempai.

Ya había averiguado lo único que debía saber por su parte, así que lo que restaba era dejar los puntos claros y continuar. Keiser sería amigo de Ryo y, a su tiempo, un aliado mío.

Al parecer tendría que retrasar un poco más los planes que tenía para esta institución...

- Le llevaré el té a Ryo, ¿crees que podrías dejarnos a solas por el resto de la tarde? Hay cosas que debo hablar con él y llevarán su tiempo.

-en primer lugar...ser mi sempai no te da derecho a decirme que hacer...en segundo, ve, no pienso ir a metemerme en asuntos privados-dije tomando el ultimo sorbo de mi café y poniendome en pie-de cualquier forma, si ocurre algo preocupante, hazmelo saber-terminé aljandome del rubio.

Feh...
Keiser me agradaba tanto~

Al verlo marcharse, no intenté detenerlo ni nada por el estilo porque no hacía falta. Por ese carácter que se cargaba sería tan fácil convencerlo de unirse a la nueva alianza...

Lo que más le gustaba era la libertad y lo mejor que podía ofrecerle a cambio era precisamente eso.


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