Nombre Completo: Lucy Miu
Edad: 13
Ocupación: Alumna de tercero
Inclinación Sexual: Neutral
Características Físicas: Mide 160 cm y pesa 56 kg, cabello rojo oscuro, casi hasta la mitad de la cintura, piel blanquecina y extremadamente suave, de orbes rojas e intensas como la sangre.
Características Psicológicas: tranquila, pensativa, a veces parece algo panfila, pero siempre intenta ayuda a los demas, nunca hace nada por ella misma por lo que no es para nada independiente en ningun sentido, demasiado callada para su edad.
Gustos Y Disgustos: le gusta el invierno, las cosas picantes, tocar piano, estar al aire libre, le encantan los sitios altos, leer, dibujar, cocinar para los demas, le er, cuidar de los gatos... no la disgusta practicamente nada, excepto que alguien se meta con algun animal (concretamente con sus gatos) y ver un estado de animo abatido.
Virtudes Y Defectos: toca muy bien el piano, nunca te deja sol@, hace lo posible por las personas acuales la importan, cuida muy bien de los gatos; muy torpe, no esta contenta por sus esfuerzos, a veces es callada, confiada y cabezota, casi nunca la verás pedir ayuda...
Historia: su madre era una pianista muy famosa y su padre un cientifico al que echaron del trabajo por hacer experimentos ilegales, lamentablemente su madre murio en el parto, de ella heredó esa belleza y el talento de tocer tan bien el piano, de su padre heredo ese extraño comportamiento al cual ella a veces rechaza, ella nunca supo nada de Kira (su madre), asi que siempre preguntaba a su padre como fue; siempre que eso sucedía el se ponia furioso y le gritaba como un loco, pegandola y diciendo lo mucho que se parecia a su madre, despues de eso se echaba a llorar y se iba a su habitacion, donde tocaba para distraerse, cuando ella volvia a casa su padre siempre estaba borracho y empezaba a pegarla.
un día, como otros, cuando ella llegaba a casa tan abatida como siempre, el estaba alli con una señora aparentemente de su misma edad, esa mujer le hablaba de un famoso instituto llamado Tsuki no hikari, de los beneficios que este daba a los que ingresaban en el, esa mujer la miraba constantemente, como si presintiera el infierno que estaba pasando con ese hombre.
La señora intentaba convencerle de que le gustaria que Sera se quedara a vivir en ese instituto, que fuera feliz y que se librase de una carga más, pero se negaba rotundamente, así que no tuvo otra cosa que hacer que escaparse, pero tampoco le importaba mucho, pues ella no sabía que era el amor de unos padres.
Otros: le gusta sentarse bajo algun arbol y cuidar de sus gatos
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