Corría tan rñapido como mis piernas y mi ligero estado de adormecimiento me lo permitían, me había quedado hasta tarde la noche anterior releyendo un par de parrafos referente a la mitología nordica y lo que era el Ragnarok y sin darme cuenta esta mañana se me había hecho sumamente tarde, esa era la razón por la que yo corría ahora, sosteniendo a como podía un par de libros bajo el brazo mientras terminaba de acomodarme la ropa. Era demasiado propio de mi hacer estas cosas, pero que me pasaran justo el primer día de clases era algo verdaderamente frustrante.