Tennis: El deporte más completo (Libre)

- Y bien, ¿qué te parecen nuestras canchas? Tenemos 2 de cemento y 2 de arcilla - le expliqué a Ryo, mientras éste miraba con auténtica alegría el lugar -. El deber de los "titulares" en sí es entrenar a los más jóvenes. No existe un presidente de éste club ya que el programa se divide en entrenamientos tanto de golpe, coordinación y mixtos y los siete mejores administran cada ejercicio.

- Wow - dijo, asombrado -. ¿De qué parte te encargas tú?

- El resto de mis compañeros se encargan de los ejercicios por parejas, pero en mi caso estoy solo y me dedico a la parte mixta; es decir, mi trabajo consiste en ver que usen bien lo que los demás sempais les enseñan.

Sugoi!!-le respondi al final, con una cara degran asombro, cosa que logro que mi sempai pusiera una sonrisa de satisfaccion.

-Y qué tan buenos son los jugadores?-le pregunte, me gustaban los retos, sobre todo cuando se trataba de este deporte que tanto me gustaba.

- Somos de 4to grado, Ryo, en este segmento debemos pulir nuestras habilidades físicas - dije -. Incluso algunos de los chicos de tercero que están dentro son muy buenos, pero para comprender el nivel que tienen necesitas tener un partido.

Miré mi reloj y vi que ya era un poco tarde, a estas horas los demás estarían duchándose o haciendo tareas.

- En vista de que no hay nadie, será mejor que te deje en tu habitación. Hoy mismo haré la ficha de tu solicitud y pasaré a buscarte para la cena, ahí la firmarás y mañana tendrás los exámenes físicos que se requieren - le informé -. Es un poco tarde, dudo que alguien más venga a esta hora, por eso lo digo.

Esta bien-Le respondí sin ánimos, no era que me enojase el que no hubiese nadie en las canchas, era que el momento de la despedida se acercaba, no significaba que ya no lo vería pero.....

Creo que tienes razón.-le dige después de un rato, pero si me la pasaba más por aquí las posibilidades de estar con el eran grandes.

Le sonreí y nos dirigimos hacia el interior del instituto. El viento gélido soplaba bastante y pronto me di cuenta de que Ryo, tal y como lo haría un gatito, se estaba encogiendo.

Estaba a punto de abrazarlo, pero al darme cuenta de que estaba invadiendo de nuevo su espacio me detuve.

- ¿Qué te parece si corremos? - le pregunté -. Falta poco para llegar. Una vez que entres al instituto el frío se te quitará, además si corres tampoco lo sentirás.

Ryo me miró de una forma que no supe identificar bien y sin embargo hizo que mi corazón doliera...

¿Por qué me miraba como si sufriera...?

Su forma de tratarme había cambiado, no sabia el porque, pero dolia que hiciera eso, en un momento me abrazaba y me decia cosas que me hacian sonrojar y al otro era un tanto distante de mi.

Yo......-no fuí capaz de decirselo, que su forma de actuar me dolia, agache la cabeza simplemente y empece a correr sin decirle nada, nuevamente tenía ganas de llorar.

Al verlo marcharse corriendo, yo mismo me sentí mal. ¿Había dicho algo malo?

Y como si de un anuncio de luces neón apareciera de pronto en mi cabeza, me di cuenta de todo. Ryo había depositado buena parte de su confianza en mí y yo había tratado de acercarme más y más, el hecho de que repentinamente pusiera distancias debió haber sido malentendido.

Sin darme tiempo a pensarlo dos veces, corrí tras él, dándole alcance poco antes de llegar al instituto.

- Detente - le pedí, tomándolo del brazo para girarlo hacia mí y abrazarlo fuertemente -. Lo siento, debí de haberme dado cuenta antes.

Sus ojos estaban velados por el dolor, me conmovió la facilidad con la que sus sentimientos podían ser heridos y al mismo tiempo me sentí culpable. Se supone que yo debía cuidar que ese par de hermosos ojos no volvieran a soltar lágrimas nunca más...

- No lo volveré a hacer - prometí, tomando su rostro entre mis manos.

Estaba sonrojado y al mismo tiempo se aguantaba las ganas de llorar y separarme de él. No, jamás lo permitiría porque no era posible ya...

- Me gustas - solté sin pensar, acercando nuestros rostros poco a poco hasta sellar nuestros labios en un beso...

Su acción me dejo sorprendido, el, el me estaba besando...

Al inicio trataba de safarme de aquella escena, más despues de un rato de forsejear me deje llevar por aquel gesto de cariño que mi sempai me daba.

Al separarnos no pude mirarle de frente, no por que estuviese llorando si no que mi sonrojo habia aparecido de nuevo por lo que trate de ocultarlo hundiendo mi cara en su pecho.

Ése pequeño gesto de ternura derritió por completo mi corazón...

A pesar de todo, al final había correspondido al beso y no se separaba de mí a modo de rechazo...

- ¿Me crees cuando te digo que eres lo más importante de mi vida? - pregunté, estrechándolo un poco más.

Realmente no deseaba soltarlo...

Asentí con la cabeza, si fuese posible deseaba estar mas tiempo así, realmente no me importaba nada en ese momento.

T-tu...también..eres...es....p-pe..cial..p-para..mi-Realmente estaba agradecido de estar en esta escuela y de haber conocido a Eneos-sempai, a pesar de llevar solo un dia conociendonos, nuestros lazos cada vez eran más fuertes.

*Aniki, creo que al final podre ser feliz de nuevo...*
Dije para mis adentros y abracé con más fuerza a mi sempai.

Deposité un beso en la frente de Ryo y lo separé lo suficiente de mí para colocar un brazo alrededor suyo.

- Vamos, ha sido un día muy agitado, necesitas dormir un poco antes dela cena - murmuré, caminando a paso lento con él.

Ryo se negaba a mirarme a la cara por sentirse apenado, pero eso no mataba la ilusión que se estaba formando en el presente. De hecho, me hizo acercarlo más hacia mí. Por supuesto volvíamos a atraer las miradas de las personas que nos veían al pasar, pero no me importaba...

Mientras Ryo estuviera bien, nada más tenía relevancia...

CERRADO

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