Recien llegado (libre)

Comienzo a caminar de un lado a otro observando de vez en vez a mi alrededor, sintiendo el intenso calor típico del verano, llevo varios minutos viendo mi reloj de muñeca como si estuviese esperando a alguien y puede que así sea, después de todo acabo de llegar hace muy poco tiempo, en a penas tres horas no me ha dado tiempo a orientarme completamente y más en un lugar tan amplio, lo suficiente al menos para encontrar la enfermería.

Me detengo por un momento antes de continuar avanzando por los largos pasillos blancos, dandole tiempo a mi pierna lesionada a que se recupere un poco del sobreesfuerzo a la que la someto, a penas si llevaba un vendaje poco resistente pues fue hechpo por mi mismo y la herida ya empezaba a sangrar de nuevo.

Me dirigía ahora a la enfermería como hice ayer, esperando encontrar esta vez a alguien...

Salgo de mi consulta al escuchar lo que parecían pasos en el exterior, con un poco de suerte no estaría completamente solo, sobresalgo levemente observando a un joven aproximarse al parecer con una pierna en muy mal estado, no parecía ser un alumno por su vestimenta, me dirijo hacia él mirándole con cierta preocupación aunque sin expresarla demasiado-¿como te has hecho eso chico?

Volteo el rostro hacia la voz que me habló y enarqueo una ceja, ¿chico?, hacía demasiado desde la ltima vez que me llamaron así.

-En un accidente-dije como si fuera lqa cosa mas obvia del mundo, no niego que imprimí cierta sorna en las palabras..., -¿eres el doctor?-

-No estoy ciego, te aseguro que puedo ver eso...-sonrío empleando un tono por más sarcástico-si, June Ishida... y tú no pareces ser un alumno ¿o me equivoco?-me tomo la libertad de tutearlo pese a conocerlo simplemente de vista, no sé por qué me inspira cierta confianza.

-Aldric Anstrut, un placer-inclino un poco la cabeza a modo de saludo, -soy el psicologo de la escuela-aclaro dandole a mis palabras una seriedad poco comun en mi pues quiero hacerle notar mi edad y madurez...

-¿Podría revisarme esta pierna, creo que no está muy bien vendada?-digo sonriendo con ligerez, apenas curvando un poco los labios, una pequeña burla a mi mismo pues fui yo quien la vendó de forma tan precaria, ladeo un poco el rostro mirandole a los ojos y espero su respuesta que supongo será afirmativa.

-Claro... Es mi trabajo-observo detenidamente la manera tan precipitada con la que había vendado dicha herida, bien o no tenía ni idea de qué hacer para detener la hemorragia o los nervios le jugaron una mala pasada, aunque más bien me inclino más por lo primero...

-Y dígame señor Anstrut...-puede que mi voz haya sonado un tanto burlona pues después de todo en verdad le creía un crío, claro que parece ser que estaba equivocado-¿qué ha ido a hacer para hacerse semejante carnicería?-pregunto un tanto interesado en su respuesta mientras deshago su venda con sumo cuidado...

Mis labios se arrugan en un suave mohin y mis mejillas se abultaron un poco casi formando un puchero, pero que se creía...?

-Me caí cerca de una roca y como ve, tenía filo-expliqué después de escuchar su pregunta, me dejé caer sobre un pequeño mueblecito que estaba detras de mi, despues de todo estaba cansado de solo apoyar en una pierna, pero que poco considerado para con un herido... hice una mueca graciosa por mis pensamientos y me dediqué a observar como se desenvolvía, a pasar de todo tenía mucha delicadeza, a penas si me tocaba.

-¿Y usted porque no estaba aquí ayer?-pregunté interesado.

-Pues sencillamente por que acabo de llegar...-respondo sin mirarlo, poniendo toda mi atención en proporcionarle un vendaje lo suficientemente resistente como para mantener la herida bien protegida, aunque sé de sobra que no es suficiente, por el momento me servirá de ayuda.

-¿Hace mucho que estás aqui? Digo, curiosidad...-susurro aun sin mirarlo, no sé el por qué de mi repentino interés, pero ciertamente hay algo en él que me resulta por más intrigante...

-Solo un mes, creo, soy malo para las fechas-dije sonriendo al contestarle y tuve que morderme un poco los labios por la presion que hizo a mi pierna, eso había dolido, -¿Y porque se tardó tanto en llegar?-cuestiné repentinamente interesado, era de los pocos adultos que había visto en la escuela.

Intento aflojar la presión lo más que puedo al darme cuenta de ese gesto, debe dolarle más de lo normal, más que un simple vendaje eso requeriría muchos más cuidados que no se pueden tratar en la enfermería-Pues tuve ciertos problemas que no me lo permitieron, al menos tan pronto como quería...-esta vez le miro fíjamente, cegándome levemente a causa del reflejo del sol en mis lentes, lo que me hace desviarle rápidamente la mirada...

Enarqueo una ceja, ¿y eso como se supone debo tomarlo?

-Se ve joven...-"aunque supongo no tanto como yo"-puenso levemente deprimido, no es mi culpa parecer crío, -que edad tiene?-pregunto con el debido respeto, nome ha dado ninguna señal para que cambie eso.

Le observo detenidamente al escuchar su pregunta un tanto cohibida, aunque solo es cuestión de segundos.

-voy a hacer 27...-debo admitir que siento curiosidad por ser respondido en la misma pregunta, está claro que pese a su joven apariencia no debemos llevarnos mucha diferencia, bueno, al menos eso creo.

-Ah, ve?-sonrío triunfante al tiempo que levanto mi dedo índice a la altura de mi hombro, -yo acabo de cumplir los 25, no me lleva tanto-digo, al menos así dejará de mirarme como crío.

-¿Y cuales fuerón esos problemas que no le dejarón llegar antes?, digo, si se puede saber-sé que soy un curioso irremediable, pero que le puedo hacer, soy psicologo después de todo.

-veo...-Vaya, parece que me equivoqué al mirarlo como a un niño, en verdad no parece que nos llevemos año y medio solamente, hubiese jurado que teníamos una considerable diferencia de edad...

-Bueno... Tuve algunos conflictos familiares...-respondo acomodándome las lentes-No tengo inconveniente en que me tutees, en todo caso practicamente tenemos la misma edad-informo mirándole a los ojos con cierta confianza.

-Pues si-asiento pensativo llevandome el dedo índice a la comisura de los labios, -pero eso no quita que halla una relacion de respeto al menos antes de conocernos-sonrío cerrando los ojos, -y uhm, como ve mi pierna?-pregunto, pues el dolor había pasado ya levemente pero seguía constante.

-como quieras...-sonrío por primera vez observando detenidamente su "pequeño problema", escuchando seguidamente su pregunta-La herida pese a ser superficial podría haber causado varios problemas... No sé como has podido aguantar hasta ahora... pareces bastante fuerte

-Pues gracias-"he tenido que pasar por mas"-pienso para mi, aunque ya no tiene caso que recuerde nada, me remuevo un poco sobre el asiento y hago una mueca, siento el cuerpo pesado talvez porque ayer tuve fiebre, pero creí que ya había pasado, -¿solo necesito una vendas, no?-pregunté mirandole a los ojos oscuros a traves de los anteojos, lamentablemente no pretendía dejarme inyectar, todo menos eso.

Noto cierto miedo tanto en el tono que emplea al hablar como en su mirada, no es para menos, no se trata de un simple rasguño lo que el chico lleva a cuestas, va a necesitar muchos cuidados para sobreponerse a esto, de echo es la primera vez que me encuentro una herida semejante en mucho tiempo-lo siento, pero va a ser necesario inyectarte, no sentirás demasiado dolor, no te preocupes-tranquilizo pasando suavemente mis manos al rededor de las vendas

-Etto~-murmuro sonrojandome hasta la punta de mi cabello cobrizo, -no podríamos reemplazar las inyecciones por pastillas, jarabe, un té...?-insinúo sintiendo un poco agradable calambre por todo el cuerpo, no, no me dejaría inyectar, todo menos eso, -a usted se le nota que es un muy buen médico, no creo que necesite inyecciones para sanar un paciente-intento sonsacarle a halagos.

Me doy cuenta de que me tomé demasiadas confianzas, por lo que vuelvo a mi actitud distante emitiendo un suave carraspeo, al parecer siente cierto pánico por las agujas, o al menos eso es lo que hace ver-No es necesario que me alagues porque sí, te aseguro que será mejor a mi modo-sonrío levemente tratando de infundirle tranquilidad.

-Etto no que dude de ti...-bajé la cabeza, -es solo que... bueno, mirame, yo soy psicologo, si yo mismo no me puedo calmar no creo que tu puedas-explico mirandole a los ojos con un gesto dolorido, -no puede ser de otra forma, por favor-me muerdo el labio inferior con impotencia, no quiero volver a recordar nada.

Sonrío ocultando una mueca cargada de diversión, no sé en realidad que problema tenga con que le ponga una simple inyección-Si tienes miedo te sugiero que te tranquilices, sé hacer bien mi trabajo así que solo respira hondo...-mi sonrisa ha abandonado ese toque divertido de hace unos momentos volviendo a su aparienecia normal, no me será fácil convencerlo aunque por intentarlo no pierdo nada.

-Miedo no-le miro mal por un momento, a parte de crío me llama miedoso, hago un pequeño puchero y vuelvo a fijar mi vista en él, -estás seguro de que sabes lo que haces?-piqué acercando mi rostro al suyo como si le analizara.

-Chico, no digo que no sepas hacer bien tu trabajo porque por algo estudiaste esta carrera pero... Te será difícil conmigo-le miro unos segundos antes de fijar la vista en el botiquin escondido tras sus pies sacando de este un par de agujas, probándolas a la vez que diviso un pedazo de algodón y agua oxigenada para después-no te dolerá, me parece que eta zona-señalo justamente a la herida de su pierna-está bastante insensible por ahora, así que no lo notarás demasiado...