Vagueando... [Nizeyo]

Suspiré tranquila hasta que sentí un dolor agudo en el tovillo en el momento en que puso su pierna entre las mias... No podía apenas moverme, y ese movimiento había hecho que mis piernas se abrieran, teniendo que moverlas un poco.

- Nizeyo-san... - la miré fijamente. - Yo te deseo pero... Mi tobillo... - giré la mirada. - Duele...

Suspiré un poco apenada, quizás yo le estaba agudizando el dolor y eso era peor para ella. No queria que sintiera dolor ni que estuviese lastimada nunca más por mi culpa, asi que paré lo que estaba haciendo, dándole un último beso.

- Lo siento...

Salí de encima de ella y me puse en la otra cama, hecha un ovillo como un gato y mirando sin nada que hacer la pared, ronroneando bajamente.

Suspiré enojada conmigo misma... ¡Maldito tobillo!! Quería ir hacia ella, decirle que estaba bien, pero no me podía apenas mover. Me acerqué al borde de la cama tanto como el tobillo me permitió y intenté alcanzarla con la mano, mas solo conseguí forzar demasiado el brazo y me terminé cayendo de la cama.

- Es vergonzoso... - susurré para mi misma. - Que alguien como yo tenga que verse así...

Me humillaba un poco el hecho de apenas poder andar y ser tan debil... Así no me extrañaba lo que me habían hecho de pequeña....

Me levanté y la cogí, volviendola a sentar en la cama y dándole su ropa.

- Cogerás frio...

Volví a tumbarme aunque esa vez a su lado, hecha un ovillo de nuevo y ronroneando un poco más fuerte, cerrándo los ojos y empezando a entrar en el mundo de los sueños. Parecía como si hubiese cambiado mi personalidad completamente, estaba muy deprimida.

Le acaricié el pelo mientras notaba como se iba durmiendo, pues su respiración se volvia más lenta. Cuando se durmió completamente le di un beso en la frente y sonreí cerrando yo tambien los ojos.

- Espero que no haya ningún herido... - dije bostezando.

Poco a poco yo tambien me quedé dormida, abrazada a ella. El último sonido que escuché fue ambos corazones latiendo al unison.

Me acurruqué aun más conmigo misma, haciendo quizá el abrazo un poco más dificil, aunque más acogedor. Aunque estaba en el subconsciente, sentia perfectamente la respiración de Ayleen muy cerca de mi, haciendome feliz de algun modo.
Ultimamente siempre soñaba lo mismo, algo que me hacia contenta y luego pasaba a deprimirme hasta hacerme llorar en sueños, me cogí al brazo izquierdo de Ayleen fuertemente, queriendo que no me dejara e intentando relajarme de aquella pesadilla.

Al sentir su agarre fuerte me desperté. ¿Que estaba soñando? Le acaricié el pelo suavemente y comencé a susurrarle al oido para que se tranquilizara.

- Nizy-chan, estoy aquí. Tranquila. No me moveré de tu lado...

Le di un beso en la frente, esperando que fuera lo que fuera lo que soñara se tranquilizara. No me gustaba nada verla así...

Le agarré un poco más fuerte el brazo, sintiendome segura a su lado. Al sentir sus labios sobre mi frente me calmé y aproveché apra abrazarla a ella y no solo a su brazo. Pasé mis manos por su espalda, acercándome a ella hasta tal punto de acurrucarme. Una de mis piernas quedó entre las suyas y mi boca quedó a escasos centímetros de su clavícula, podiamos decir que aprovechaba un poco el tamaño de sus pechos, pero en realidad era asi como me sentía más segura.
Al estar calmada completamente y sentir sus caricias en mi pelo rononeé, como antes, aunque esta vez de verdadera felicidad.

- Purrrrrr~

Me entró un tic en la ceja cuando se puso entre mis pechos... Vale, eran grandes, pero no creia que pudieran servir de lo que los usaba... Pero cuando comenzo a ronronear, no pude evitar besarle la cabeza, donde le llegaba, y desear que no parara de estar así... Lo sabía, era una maniática de los gatos, pero esta gatita en concreto me traía loca... Me sonrojé un poco.

Al final pude dormir tranquilamente y las horas que necesitaba para cumplir las diarias, normalmente. Cuando me desperté, aun medio dormida, me acerqué más al cuerpo de la mujer, abrazándola tan fuertemente que besé su cuello.
Ronroneé y me giré un poco, quedando tumbada encima de ella, con las manos suavemente sobre sus pechos y mi cabeza sobre mis manos, mirándola como dormía profundamente aún.
Sonreí y empecé a lamerme una pata y a estirarme como una gata encima de ella, maullando bajamente para no despertarla.

Me desperté por el dolor del tobillo al notar que algo se me había puesto encima, aunque sabía que era ese algo, pues maullaba...

- Nizeyo-san, ve con cuidado... - dije con los ojos cerrados.

Lentamente fui abriendolos y miré a la gatita que tenía encima... Puramente como tal, se estaba lamiendo la pata. Sonreí un poco ante tal vista y no pude evitar achucharla.

Al ser achuchada por Ayleen sonreí felinamente y para agradecerle tal acto empecé a lamerle la mejilla, como un beso de gato.
Ronroneé y maullé pero no me separé de ella. Seguí lamiendole la mejilla mientras me acurrucaba encima de ella y ponia mis manos a rodear su cuello.

- Nyaa~

Podia estar asi toda mi vida, solo la necesitaba a ella.