Matando el tiempo [Libre]

Hacía ya un buen momento que me encontraba en mi aula, el profesor aún no llegaba, y claro, tampoco mis demás compañeros.-Mejor estar solo.-Me dije, después de todo, la clase en si comenzaba en unos 20 minutos o más, yo solo estaba en el salón, sitio donde sabía, de momento no sería molestado por nadie, leyendo un libro que hace tiempo me había prestado, el tema principal, vampiros, en si no es que me agradasen mucho esos seres fantásticos, más la historia atrapaba enseguida al lector.

-Bueno es Anne Rice.-Dije al aire, solo por ser ella la autora, es que me había atrevido a leer una de sus obras, siendo engatuzado por esta, así que ahora me encontraba leyendo su tercer tomo de "crónicas vampíricas".

Por suerte la directora me dejó el día de hoy libre para ponerme al día de cómo iba la asignatura y preparar las clases de mañana, así que me dirigí al aula que en la que, según me informaron, quedaría libre porque el profesor había faltado, así que mientras yo estuviese en mi trabajo podría estar pendiente de los alumnos, espero que no me toque un curso de vagos folloneros.

Al no haber querido llegar tarde en mi primer día, sin querer me había adelantado una media hora. Bueno, mejor así, de esta forma podría empezar a trabajar sin tanto bullicio de adolescente ruidoso ni pasaría por el momento en el que entras a una clase repleta de gente y todos se te quedan mirando con cara de "quién carajos es este tio".

Abrí la puerta del aula para entrar y echarle un largo vistazo, tanto recuerdos... aunque algo me llamó mi atención, algo que hacía que la visión no fuese completamente simétrica. Un joven que parecía no ser de un curso muy elevado, enfrascado en una lectura al parecer, eso me gustaba. - Hola - le saludé secamente con un tono de indiferencia - ahora tienes clase aquí de literatura, ¿no? - pregunté al muchacho mientras dejaba mi macuto sobre el escritorio del profesor y me sentaba sobre la mesa sin formalidades para poder verle.

Seguía insorto en mi lectura, hasta que cierto ruido, más precisos, el de la puerta correrse, me hizo volver la vista a la entrada, topandome al parecer con un nuevo profesor, puesto que su rostro no se me hacia conocido en lo más mínimo y por ende, no sabía que tipo de asignatura daría...

-Hola.-Renpondí al saludo con seriedad, volviendo a mi lectura, el que llegase temprano el nuevo profesor no estaba en mis planes, más claro, no por eso dejaría de hacer lo mío.-Posiblemente.-Dije ya leyendo de nueva cuenta, en sí, no recordaba que clase es la que tenía en estos momentos, consecuencia de faltar tanto.

¿Pero qué les pasaba a estos alumnos? Son lo más aburrido que he visto en mi vida, ya hasta pasan de nosotros. Vamos... estamos viviendo todos bajo el mismo techo, no puede ser que las relaciones entre alumnos y profesores se hayan enfriado tanto, aunque por lo que parece aquí dentro cada uno parece ir a su bola.

Suspiré con pesadez bajándome de la mesa y dándome la vuelta para sacar algunas cosas de mi maletín con la intención de trabajar un poco hasta que vi encima de toda la pila de papales, los carteles que imprimé ayer y que tenía pensado colgar hoy por los pasillos. Volteé a ver al joven que seguía leyendo su libro - oye - me dirigí a él, pues no había nadie más en la sala, mientras me acercaba un poco a él para estar más cerca - veo que te gusta la literatura... - dije con indiferencia - ¿te interesaría participar en una obra de teatro? Estoy buscando alumnos que quieran participar - le comuniqué acercándole el cartel donde ponían todos los datos de dicho evento. - Por cierto... soy Gauthier, el nuevo profesor de biología - me presenté afilando mis ojos y con una sonrisa burlona de lado, una expresión que se me hacía costumbre - hoy no vendrá el de literatura a daros clase, así que podréis hacer lo que querías - aclaré - y ¿tú eres...?

Leía muy atentamente ya, la tercera parte del libro, estaba pronto a terminarlo, más el entusiasmo que tenía por dicho motivo, se esfumo cuando de nueva cuenta, fuí interrumpido, la verdad no me importaba si fuese o no un profesor, no tenía derecho.

Deje a un lado el libro, solo por unos instantes, escuchando atentamente a lo que decia el profesor, o al menos lo intentaba.-Valla una obra.-Dije mientras posaba mi codo en el escritorio y mi metón en la mano.-Suena..-Me pensé la palabra. Al apenas conocerle, debía ser un poco amable, más igual debía regresarle el favor de haberme interrumpido cuando mejor me lo estaba, nada fuera de lo común, soy un poco vengativo.-Aburrido, la actuación no es lo mio.-Dije, aunque no era muy cierto,hace tiempo solía actuar, más eso ya era cosa pasada, muy pasada.


-Un gusto.-Respondí a su saludo, desviando la mirada, "Biología, que bien", no era una materia dificil, pero si muy tediosa.-Eso ya lo tenía asumido, más aún así, gracias por el dato.-Tome de nueva cuenta mi libro, dispuesto a continuar mi lectura, la cual, nadie podía interrumpir más..-Hinata.-Respondí a su última pregunta y enseguida me enfrasqué en el libro.

¿Aburrido? ¡¿Había dicho que el teatro era aburrido?! ¡Aburrido él, no te jode! Eso había sido una ofensa, como decirle a Stephen King que los libros son un desperdicio. A mí, a quien le apasionaba la interpretación como a más, que hubiese deseado dedicarme a esto a toda mi vida, mi gran vocación... ¡insultada con un niño! - estúpido pirata... - murmuré el cruel insulto (aunque era costumbre en mí ponerle calificativos a aquellos que me sacaban de quicio, hecho nada difícil de conseguir) débilmente desviando mi vista a un lado, intentado calmarme a mi mismo pues no tenía caso discutir con un niño y menos un alumno, pues al menos guardaba la esperanza de que sí nos tuviesen algo de respeto. Gran decepción fue pensarlo.

- Más aburrida es la literatura... - dije en una clara muestra de venganza - explícame tú ¿para qué quieres pasarte una semana o incluso un mes, horas enteras leyendo cuando en dos horas puedes ver la misma historia? Es una clara muestra de desperdicio de tiempo, vas a conseguir lo mismo en menos horas y el tiempo es oro - a ver qué podía decir a eso, pues seguramente podía interpretar su estúpido libro y el resultado sería el mismo, provocaría las mismas sensaciones al receptor, pondría las mismas expresiones en un segundo en las que en el libro se tiran tres páginas para describirlas.

Por supuesto que no pasé desapercibido el hecho de que estuviese haciéndole más caso a un libro que a mí. ¡Me estaba ignorando! Eso es un golpe demasiado bajo para mi orgullo... al verme debió de haberse quedado impresionado por la imagen que tenía a sus ojos, no poder despegar la mirada de mí, intentar sacarme conversación, averiguar mi número de teléfono, mis aficiones, hacerme la pelota, buscar cosas que tengamos en común... lo típico, vamos. ¡Pero no puedo decir "un gusto" y bajar la mirada ignorándome como si nada!

Está bien... ¿quería seguir con su lectura? ¡Pues perfecto! Yo no le dejaría, nadie se atreve a ignorar a Gauthier... Verá de lo que soy capaz, en menos de dos segundos lo tendré como a todas esas molestas chiquillas del sector femenino, muriéndose por mis huesos...

- ¿Es que no sabes quién soy? - le pregunté retomando mi sonrisa anterior, una aún más perversa y arrogante - no soy un simple profesor de biología - afilé mis ojos, dejando entrever en las finas ranuras mis iris dorados - soy Raven… uno de los modelos más codiciados tanto por mujeres como por hombres - no tenía intención de hacer saber este dato pero no pensaba rebajarme ante él y le demostraría quien soy, a quién debe ignorar y a quién no.

Seguí leyendo, escuchando un leve murmullo salír de la boca del nuevo profesor. Fue algo a lo que no le di mucha importancia, después de todo, no quería perder mi tiempo más...-Oh y valla que lo es!.- Dije con arrogancia, dandole a notar que ni en lo más mínimo estaba molesto por eso, después de todo no leía cualquier cosa."Cre ue ya no podré leer en paz", di un gran suspiro y cerre el libro, guardandolo en mi mochila al instante.

-Bien, para comenzar, si, leo, más igual tengo muchas cosas por hacer como para solo enfrascarme en las letras.-Dije aún con ese tono arrogante prevaleciente.-Y otra cosa, no porque lea, significa que soy un loco amante de los libros...Diablos que forma tan erronea tiene la gente, juzga antes sin conocer.-Dije sonriendo ladinamente, si creía que lograría molestarme, estaba por completo equivocado.

Al escuchar lo que dijo, no pude evitar chasquear la lengua, tome mi mochila y enseguida saqué una revista, la cual tenía cierto artículo que me interesaba.-Si, mira hasta tengo una revista donde sales.-Dije mostrandosela al instante. Quise decir algo, más su inesperada continuacion de la "platica", si es que así se le podía decir, tuve que callar por unos momentos más, siendo al final que, terminé por reir.-¿Y?.-Pregunté al isntante, ganandome una leve cara de asombro de parte suya.-Si crees que por ser famoso o algo así, estaré igual que medio mundo a tus pies, estas muy equivocado.Tu trabajo aquí es como profesor, no como modelo, no te creas tanto.-Dije enseguida sacando mi reproductor de música, así al menos ya no le escucharía decir tonterías.

Un enorme tic se presentó en mi ojo derecho después de oír tal cantidad de burradas, mirando con ira la revista que me mostraba con arrogancia y en la que efectivamente, salía en el póster del mes.

- Lo primero... en ningún momento he dicho que seas un apasionado de la literatura - antes de nada quería aclarar ese dato, pues sólo dije que ésta me parecía aún más aburrida que el teatro. Ahora, al punto que me interesa llegar y el cual, aunque jamás lo admitiría, había sido uno de los golpes más bajos de toda mi vida. Permanecí unos segundos en silencio hasta que posé mi mano sobre su pupitre fuertemente causando un estrepitoso ruido para luego agacharme y quedar mi rostro frente al suyo de cerca - Segundo... ¿es que nadie te enseñó modales? Pero que manera es esa de tratar a un adulto y profesor... El trabajo que ejerza aquí no es de tu incumbencia, así que tú... no te creas tan listo - no me quedé de brazos cruzados ante lo que dijo, es más, aunque sólo era un niño, me rebotaba como uno incluso rozando lo infatil pero haciendo uso del privilegio de ser "mayor" y tener autoridad... pero nadie me decía que no me creyese tanto y se iba de rositas. - Tercero... - dije mientras me separaba al fin de él y le daba la espalda para volver a mi sitio - al final de las clases estarás castigado, así que más te vale ir a buscarme si no quieres que sea yo el que vaya a por ti... te daré algunas clases de modales - me senté relajadamente sobre mi sillón empezando a revisar papeles del trabajo - y por último... quítate ese parche, parecer Barbarroja... - le ordené finalmente con indiferencia y tranquilidad en mi voz.

Estaba por encender mi reproductor, cuando de nuevo, comenzaba a hostigarme con sus sermones o lo que fuera que me decia. De alguna forma ya me esperaba esa reaccion suya, al parecer le había dado donde más le dolía, claro sin yo tener la intencion de ello, más no negaba que esta vez, me había causado mucho placer haberlo hecho.-Los objetos inanimados no tienen la culpa de tu enojo sabes?.-Dije aun con arrogancia, esta vez por nada del mundo sería amable, sería como humillarme a mi mismo sin necesidad de, al menos que...

-Cierto, no me incumbe, así que por favor, no siga diciendome que es modelo.-Dije ahora dirijiendome con algo de "cortesía", sabía que así lograría molestarle más.-No ire.-Dije secamente, el simple hecho de ser profesor, no le daba derecho de mandarme castigar solo por hacerle ver como un tonto, al menos a mi no.-Y lo siento, pero solo sigo ordenes de quien yo quiera, por lo que este parche se queda.-Agregué, logrando evitar dar a notar mi disgusto ante eso último.

Cinco minutos antes de que empezase la clase, guarde todas mis cosas, ecepto la revista. Me colgué la mochila al hombro y me encamine al escritorio.-Espero y su clase sea entretenida.-Dije enseguida tirandole la revista en el escritorio.-Se la regalo, ya no la necesito más.-Sonreí con cinismo y me dispuse a salir del salón, ni loco me quedaba a tomar una clase tan aburrida, bueno, si era capaz de tomarla, más no con ese profesor que solo quería, de cierta forma llamar la atención.

Sí, lo sabía, los objetos inanimados no tenían la culpa de mi enojo, sino uno animado, bastante animado para mi gusto...

Levanté la mirada de mis papeles al escuchar como seguía retándome, sin caber de mi asombro de que ni a un profesor le hacía caso. Miré con odio la revista que me arrojó, un gesto que pude interpretar como un "cómete tu propia mierda". Y lo que es más... pensaba saltarse las clases sin ningún tipo de vergüenza y en toda mi cara. Más de una manera extraña, todo rastro de enfado se esfumó, quizas porque recordé su comentario de antes.

- ¿Sabes? Tenías toda la razón del mundo - le comenté antes de que cruzase el umbral de la puerta - la gente tiene una manera muy errónea de juzgar a los demás - no pretendí con esto devolverle ya la burla, sino que de verdad ahora era yo el que pensaba así - yo tampoco necesito esta revista, es más... admito que me da asco verla y es odioso tener todos esos ojos mirándote como si fueses un objeto de catálogo. No por nada ni muerto piso el sector femenino - un escalofrío involuntario se escapó de mi cuerpo al recordarlo mientras seguí hablando calmadamente - llega un momento en el que hasta te obligan a actuar en tu vida diaria y cuando crees que siendo un simple profesor todo se acabaría, te das cuenta que te equivocas. Ya no puedes hacer ver a la gente, ni tú mismo podrás verte como una "persona normal", llevando una vida tranquila, junto a tu pareja y disfrutando en paz - le comenté esperezándome en la silla mientras un bostezo de cansancio se escapaba de mi boca - si quieres un consejo... - le dije volviendo a verle, como si anteriormente solo hubiese hablado para mi mismo - jamás te metas en el mundo del espectáculo. Tenías razón... es muy aburrido. En un mes te cansas de todo - finalicé volviendo mi vista a los documentos sobre la mesa que empezaban a aperrearme, sin duda era mejor opción ser estudiante para poder saltarse las clases cuando uno quisiera.

El cambio de actitud que tuvo así de repente me desconsertó, si bien, al ser un adulto debía actuar como tal, no es que fuese a hablarme de esa forma, ni mucho menos cuando yo estaba siendo grosero. "Adultos, ¿Quién les entiende?" me pregunte metalmente.

-Usted es un profesor raro.-comente al aire ya casí estando fuera del salón..-Bien, puede y me pase a buscarle a la hora de mi "castigo".-Dije sin saber muy bien, el porque de mis palabras..-Más no crea que tomaré su clase, como dije es aburrida y...no es que le culpe.-O posiblemente si, ni yo me entendía bien en ese momento.-pero gracias a que entro al salón antes de tiempo, estoy demasiado irritado. Es mejor me valla a pasear por ahí y calmarme un poco.-Dije, la verdad es que, por ese motivo es que pensaba irme, para que pasara mi enojo principalmente.

-Espero y no le acosen de más en clase, se ve que es molesto.-Fué mi forma de despedirme, sonriendo arrogantemente. Ahora me dirigia al patio, al estar todos en clase era más que obvio que estaría más que solo allá afuera, solo esperaba y la lluvia no me tomase por sorpresa pues el día andaba algo nublado, aunque bueno, un poco de agua no le hace daño a nadie...