Recuperando el tiempo perdido (Enseo y Ryo)

Llegamos a la habitacion despues de un rato...

Espera.-Dije a Enseo mientras buscaba la llave...crei que la habia perdido....

Aqui esta.-suspire aliviado, enseguida entramos al cuarto...donde empece a buscar el botiquin...

- No, déjame a mí, tu siéntate - le pedí, tomándolo de los hombros para obligarlo a sentarse en su cama.

Despues fui hacia el baño, en mi habitación era ahí donde el botiquín siempre estaba. No tardé en dar con él, saqué unos desinflamantes y un par de vendas. Inmediatamente abrí la llave de agua caliente.

- Será mejor que primero te des un baño para relajar tus músculos, después te colocaré esto y a partir de ese momento no deberás mover en lo absoluto la mano que tienes dañada.

- Pe-pero...

- Ahora ve a bañarte, ¿necesitas ayuda? - le pregunté sin segundas intenciones porque leía atentamente el instructivo de la crema...

N-no...creo que puedo solo.-Dije entrando rapido al baño, el solo pensar el que me viera desnudo me hacia sonrojar y me ponia nervioso...

Iras por la comida?.-pregunte ya dentro del baño, pero como la puerta ya estaba cerrada dudaba si me habia oido o no...

- Ah, cierto - dije, frunciendo el ceño por la repentina desaparición de Ryo tras la puerta del baño, hasta que me di cuenta de lo que le había propuesto y cómo eso podría haber sonado... - Ejem - carraspeé -. ¿Se te antoja algo en especial?

Y de nuevo un nuevo sentido fue comprendido por mí gracias a esa frase... Diablos... ése lado pervertido debía quedarse bien enterrado en el fondo de mi ser...

No lo se.-dije abriendo la puerta inconcientemente, aun no terminada de desvestirme, todavia tenia la ropa interior....

Mas unos segundos despues me fije, a lo unico que atine fue a sonrojarme y quedarme estetico a lado de la puerta, mi cara hervia...

Ok... los pensamientos pervertidos se habían quedado muy, muy atrás en el momento en que mi vista se clavó en el esbelto y menudo cuerpo de Ryo...

Me había ruborizado, podía sentir que mi rostro estaba caliente, pero no por imaginar mil y un formas de mancillar su inocencia, sino porque me había deslumbrado...

Ryo era una persona tentadora, desde la personalidad hasta el físico...

Sin pensarlo, había caminado algunos pasos para estar frente a él. Sus ojos no dejaban de ver los míos y el gesto de pura vergüenza que mantenía en forma de sonrojo contrastaba tan idílicamente con la mirada de anhelo que podía leer en sus ojos...

Suavemente acaricié su mejilla y uní sus labios con los míos. Ryo Sohma siempre causaba eso en mí: una total locura.

E-enseo-sempai .-Dije agitado despues de aquel beso, aparte de empezar a olvidarme de las ondiciones en las que estaba...

Me sentia un poco extraño, no sabia el porque, pero mi cuerpo se ponia mas caliente..."acaso ¿estaria enfermando?"...eso era lo unico que pensaba.

De alguna forma no supe como paso, de repente pase mis brazos por su cuello y le bese...

La iniciativa de Ryo me había tomado por sorpresa, pero esta se fue muy pronto luego de que comencé a corresponderle. Mantenía mis manos fijas sobre sus caderas en un intento por no asustarlo y sobrepasar los límites de nuestra recién formada relación...

Terminé el beso con unos más cortos y le sonreí.

- Así que... ¿hay algo que quieras comer en especial?

Fresas.-dije en un tono infantil pero, que se podia esperar adoraba las fresas....

Tu puedes escoger lo demas.- Termine mientras depositaba un beso en su mejilla y entraba de nuevo al baño...

Contento y con el corazón latiéndome como nunca antes, asentí tontamente y me dirigí a las cocinas. ¿Qué sería bueno además de fresas? ¿Chocolates? Aunque eso sólo aumentaría mi euforia...

Sólo esperaba que Keiser no regresara en un buen rato...

Tome lo mas rapido posible el baño, no queria hacer esperar a mi sempai.

Unos 10 minutos despues, estaba buscando algo que ponerme...mas no me decidia, diablos parecia una chica arreglandose para su cita.

Al darme cuenta de lo que habia pensado, me puse rojo pero a la vez feliz, Enseo-sempai y yo habiamos aclarado las cosas por fin...

Después de darle las gracias a las cocineras por darme un montón de postres y jugos, me dirigí con la charola hacia la habitación de Ryo.

Llevaba un tazón repleto de fresas y varias rebanadas de pastel, así como frutillas endulzadas y demás.

Giré la perilla de la puerta de su alcoba y entré, sin mirar nada.

- Siento no haber tocado pero si lo hacía era probable que todo esto se cayera - dije, colocando la bandeja sobre la mesa -. Ahora ven, te vendaré antes de cualquier otra cosa.

Asenti con la cabeza. Me acerque a el y estire un poco la mano, ya no sentia punzada alguna...

¿que es eso?.-pregunte curioso al ver el frasco de la pomada que se veia y ademas olia un poco raro...

- Un desinflamante - respondí, sonriéndole -. Luego de que te lo ponga vendaré tu muñeca y no deberás hacer ningún movimiento con ella hasta mañana, ¿de acuerdo?

Hai..-Dije un tanto resignado, me era dificil negarle algo a Enseo-sempai...

Itai...-Dije por lo bajo mientras sentia como epretaba las vendas sobre mi muñeca...

- ¿Está muy apretada? - pregunté, preocupado al escuchar su queja y luego de su asentimiento, aflojé la venda un poco -. ¿Mejor?

Si, asi esta bien..-Dije mientras me sobaba la muñeca y evitaba moverla...

Ne y mis fresas..-Pregunte de una forma tan infantil que Enseo-sempai hizo una pequeña risa por aquel acto...

- Justo aquí - indiqué, tomando el tazón con las fresas y un tenedor para después volver a sentarme a su lado -. Aunque digas que es vergonzoso, te sonrojes, patalees o repliques, si las quieres las obtendrás a mi modo.

Y antes de que pudiera preguntar, tomé una de las fresas con el tenedor y la coloqué en mis labios para después ofrecérsela tras acercarme exhesivamente a él.

¿Cómo reaccionaría?

Y paso, enseguida me sonroje por su acto, dude un poco y retocedi por unos instantes, sentia como la cara me ardia, más al final accedi...

Me acerque de nuevo a el un poco nervioso hasta lograr coger la fresa que estaba en su boca. A pesar de eso aún no entendia el porque de aquello...

Sorprendido porque me hubiera seguido la corriente únicamente atiné a carraspear

- Ejem... no tenías que haberlo hecho, sólo bromeaba - confesé, no pudiendo ocultar una media sonrisa -. Pero ya que estamos así, podemos seguir, ¿no?

S...si-Dije aun con el sonrojo, que mas por su forma de actuar era por mi atrevimiento, más era algo que empezaba a gustarme hacer, claro que solo con el y nadie mas...

Conmovido por el sonrojo que delataba su verguenza y la mirada decidida que tenía, me atreví a tomar otra fresa y delineé con ella sus labios, rozándolos para incitarle a abrirlos y en cuanto la tomó, me acerqué más a él y besé sus mejillas, para luego bajar hacia su cuello.

- Eres de verdad hermoso - susurré a su oído, sintiéndome afiebrado.

S..sempai..-Dije con voz entre cortada dejando caer la fresa de mi boca...

Inconcientemente pase mis brazos por su cuello y le abrace, haciendo que mi respiracion agitada chocara en su oido...

El asombro era poco para definir todolo que sentía por el solo acto que Ryo había tenido y deseando leer sus pensamientos, me acerqué a su rostro para comenzar a depositar pequeños besos en sus labios antes de bajar las manos hasta su cintura y acercarlo a mí, demandando su tibieza y su cariño.

No tardé en profundizar el beso y el seguimiento tímido que Ryo hacía era sugerente, tremendamente tentador. Con cuidado, lo obligué a recostarse en la cama mientras mis manos viajaban por su figura, acariciando para aumentar su deseo y él... no ponía resistencia alguna a mis avances.

- ¿Quieres continuar? - pregunté, jadeando luego de separarnos ligeramente.

Mis ojos le veían fijamente, pero mis manos se mantenían inquietas, repasando con dulzura las zonas sensibles de su cuello.

Y-yo...-No sabia que decirle, si decia que si, ¿Qué seguiria despues?,...pero si decia que no..¿Se enojaria de nuevo conmigo?...

El sentirme extraño no ayudaba mucho, era algo confuso para mi, me sentia bien pero a la vez sentia mi cuerpo muy caliente como si estuviera enfermo.

No..no lo se..-Dije con la voz entre cortada...