Conociendo los Alrededores...

-Esta bien, no tienes que forzarte a recordar nada, podemos ir a otro sitio si quieres-sentí tristeza y nostalgia al miarlo y no pude evitar sentirme identificado, acaricié su cabellera pelinegra y le sonreí, esperando aun a que contestara mi pregunta.

su platica me saco de mis pensamientos-ehh!! ah! bueno esta bien.-trate de aparentar mi dolor-pero y a donde iremos esta vez?-le pregunte puesto que casi no conocia y queria ver otros lugares aparte del aula de estudios.

-Que tal primero recorrer la escuela, para luego salir?-sonreí por su entisiasmo, saliendo del aula de musica, esperandole junto a la puerta parta que tambien saliera.

Claro-le dije saliendo tras el-Este lugar, parece que me acostumbrare rapido-digo un poco aliviado y sonrio para mi mismo, pero por la risa que oi fui visto, cosa que me hizo sonrojar -pasa algo?-pregunte como si no supiese el motivo de su risa, claro que no le vi directo,no de la forma en como estaba de momento.

-Nada, nada-respondi aun riendo un poco, se le está volviendo costumbre sonrojarse, si ni siquiera he hecho nada, -nee, eres algo tímido, verdad?-pregunté curioso, acariciando su cabeza, ganandome una suave mueca de ese lindo rostro, y yo sonreí con gracia, parece que no le gusta que le traten como lo que es, un niño.

Mientras me pregunto, poso su mano sobre mi cabeza, cosa que me hizo hacer un pequeño puchero, odiaba y aun odio que me traten como a un crio-No..realmente..-fue lo unico que le respondi.
Realmente sentia que era casi como yo, eso puede rsponder al porque de mi forma de ser, puede que a el no pueda desmentir nada y eso, me pone de malas.

-¿Entonces que?-sonreí mas si cabe; comencé a caminar con direccion a otra aula y esperé a que me respondiera mientras sieguia mi mismo camino.

Le segui despues de unos segundos, pero de repente pare, habia visto un lugar un tanto interesante, auuque esa asignatura no me gustase mucho.eh!!!! que tal si vamos a ese salon??- le pregunte señalando un aula de forma curiosa.

Ladeé el rostro hacia él al escucharle hablar, eso me gusta mas, ahora al menos demuestra algo de interes.

-¿Dónde?-miré el lugar que señalaba, -Literatura?, te gusta?-pregunté curioso.

eh!!! un poco- le respondi, me senti feliz al saber de esta clase, al fin retomaria algo que en el pasado significo mucho para mi pero que desde aquel incidente olvide por completo, es mas varios recuerdos de mi mente son borrosos desde que me cerre ante todos.Desde entonces no he vuelto a sonreir, ashta ahora pero, a pesar de todo mi osnrisa no es tan pura y sincera como parece.De alguna forma puedo evitar que allguein sepa cuando miento con referencia a mis sentimientos, pero aun desconozco el porque.

No podía creer que luego de casi dos años en ese endemoniado colegio aún no había encontrado a aquella persona que vi en mis sueños la primera noche que pasé en Tsuki no Hikari.

Si soy sincero, estoy comenzando a hartarme. Cada uno de los niños que está aquí vive feliz, ajeno a todo lo que sucede en el mundo exterior y esta burbuja me enferma cuando sé que nunca podría pertenecer a algo como esto.

Solía aprovechar mis horas libres para quedarme en el salón de literatura leyendo un poco antes de retomar las clases normales. Siempre lo escogía porque además de que era una de las aulas más apartadas en el ala este del colegio, algo me decía que debía aguardar ahí el mayor tiempo posible y si no soy supersticioso mi intuición ha probado su relevancia siendo lo que me salvara en muchas ocasiones en antaño.

Casi por inercia quité la vista del libro y me dediqué a observar la puerta. En serio, ¿qué clase de tonto era que esperaba que esa persona entrara por ahí uno de éstos días?

Cuando la puerta se abrió, respingué ante la idea. No podía ser, pensaba, pero cuando vi su curioso y sonriente rostro, toda idea coherente se atoró en mi garganta. Ni hablar de cuando nuestras miradas se cruzaron... esos ojos... por fin Ryo estaba aquí...

Al entrar al aula, me tope con unos ojos que me miraban fijamente, eso hizo que me ruborizara.
Diablos, cuantas personas de aqui lograran que me ponga asi, no es algo comodo que sepan como me siento por las formas en que actuo, -eh!!!...hola!!.... Perdón por la instromision- fue lo unico que dige de forma un poco nerviosa cosa que notaron ambas personas que estaban conmigo.

Recuperándome de la impresión del momento, me puse de pie y negué suavemente mientras me acercaba a él, notando por primera vez la presencia de la persona que lo acompañaba. Se trataba de Aldric-sensei...

- No tienes por qué disculparte - murmuré, con un tono suave -. Nunca antes te había visto por aquí, ¿eres nuevo?

Al observar el adorable sonrojo que todavía cubría sus mejillas fruncí el ceño, tenía que alejar a Ryo de ése psicólogo pervertido. Ya me imaginaba por qué ambos habían llegado a un salón tan apartado en horas libres...

Si, s-soy nuevo-No sabia el porque pero tenerle mas de cerca me puso mas nervioso, me enojaba, jamas habia dejado que alguien penetrara esa barrera que tenia, bueno solo una persona lo logro, pero ya no estaba aqui por mi culpa-A......-se oyo el sonido de las palomas, mas me sorprendi de lo que dige al haber recordado aquello que no venia al caso, porqué?, porqué ahora lo recordaba?.A pesar de seguir sonrojado, baje mi cabeza me senti devastado de momento por ese recuerdo que me invadia y creo que tanto el psicólogo como el muchaco frente ami notaron eso.

Al notar el repentino semblante intranquilo de Ryo, levanté la vista y enfrenté al ojiverde que de pronto se había vuelto una molestia muy grande.

- Aldric-sensei, si mal no recuerdo tiene que ir a supervisar la clase de los chicos de segundo grado en la sala de recreación - señalé, a lo que el psicológo parecía estar a punto de replicar -. Recuerde que hubo junta extraordinaria de profesores y esos chicos están solos, sin nadie que resuelva sus dudas. Es su deber como orientador ayudarlos. Por Ryo no se preocupe, yo mismo lo llevaré a dar una vuelta por los alrededores.

Y sin darle tiempo a réplica alguna, empujé a Ryo por los hombros, saliendo rápidamente del salón de Literatura.

- ¿Me acompañarías un momento a mi habitación? Quiero llevarte a un lugar, pero para abrir la puerta debo ir por la llave a mi habitación y temo que si te dejo solo vuelvan a incomodarte...

Me sorprendio su cambio de actitud, mas algo me dejo consternado, como sabia el mi nombre?-ehhh!!...yo.....-no sabia que decir eso me tomo desprevenido, solo estaba pasando mi vista de Aldric-sensei al chico que ahora estaba tomandome de los hombros.

Miré atónito a aquel chico prepotente, mis ojos siguieron su figura con interes y luego fruncí el ceño, demasiadas confianzas, ademas él no tenía porqué supervisar mis tareas, para eso estoy yo que me basto y sobro, a parte, como rayos sabía el nombre de Ryo?

-Lo sé, pero Haendel-sensei me cubrió porque dijo que sería ams conveniente que coniciera el colegio, pero tu no tenías que estar con los de tercero en el club de matemáticas?-

Al ver que el psicólogo nos había seguido luego de salir del salón, suspiré cansinamente. Está bien, paciencia, paciencia. Había esperado ya dos años por Ryo, hacer que Aldric-sensei se perdiera sería cuestión de minutos...

- Precisamente, soy sempai de los chicos de tercer grado y Ryo es, curiosamente, uno de mis kouhais así que lo más conveniente sería llevarlo con sus compañeros. Si Haendel-sensei lo está cubriendo, no hay problema entonces, sensei, jamás he dudado de su responsabilidad. Por eso mismo - dije, bajando el tono -, tampoco dudo que sepa, como buen psicólogo, que lo que cualquier chico necesita al llegar a una escuela nueva es interactuar con gente de su edad. Jóvenes. Ahora si nos disculpa.

Nuevamente, sin dejar lugar a réplicas, tomé de la mano a Ryo y caminé tranquilamente. No sería algo inteligente de parte del sensei volver a entrometerse, no si yo me encontraba ahí.

Protegería a Ryo sin importar qué.

Antes de que se me perdieran les di alcance y tomé el brazo de Enseo, al voltear pude notar la mirada cargada de amenazas y cierta impotencia porque no los dejaba solos, lo que no entiendo es porqué su afán de alejar al chico de mi, ni que lo fuera a violar.

-Eso lo sé, sin embargo nosostros estabamos conociendo la escuela, ya sabes, no le serviría de mucho conocer a los chicos y no saber como encontarlos, además el club de matemáticas es para los mejores en la materia, no dudo que lo sea, pero el chico acaba de entrar, no va al corriente con los temas, sería muy desconsiderado de tu parte mostrarle temas aún mas avanzados, no?-le reté sin soltar el agarre y pude ver que no solo era posesivo con el chico por algo que no lograba discernir aún, sino que también sentía un extraño y algo bizarro sentido de proteccion hacia él.

La forma de actuar de ambos, empezaba a confundirme, por que tanto el interes en mi, acaso sabian mas de mi de lo que yo pensaba-ehh!!..yo....- me solte del agarre de Eneos-Creo que mejor me voy a mi habitacion-Dije un poco nervioso, esto terminaria mal, tenia ese presentimiento y yo empesaba a descontrolarme de nuevo.No, no quiero que suceda eso de nuevo, no quiero-Es mejor que vaya a lo suyo Aldric-sensei-lo dije notando mas mi alteracion, maldicion por que ahora me tenia que pasar esto, crei que jamas ocurriria de nuevo, pero con ellos dos de cerca parecia que no seria tarea facil.-Mejor creo que ire a arreglar mis cosas-dije aparentando calma, mas no pude me fue imposible.

Al escucharlo solté al mayor de los dos niños y le miré, Ryo tenía una linda expresion confundida y algo hastiada, sin embargo parecía mas incomodo que cualquier otra cosa.

-¿Seguro estaras bien solo?-pregunte inclinandome un poco hacia él, ganandome un lindo sonrojo de su parte, mas el leve estreemecimiento de Enseo, pueden ser cosas mias, pero este par se traen algo y lo averigüaré.

S-si-le respondi un poco avergonzado, al final me he rendido ellos si son capaces de hacer que me abra un poco mas, aparte de que no se les puede esconder nada, pero porqueé, mi inestabilidad habia logrado que NADIE, absolutament nadie supiese lo que pensaba ni aunque pudiesen leer la mente.
Me hubiese gustado estar un rato mas aqui, pero no quiero incomodar, asi que es mejor que me valla.-fue algo que dije sin pensaral inicio a pesar de tratar de darle otro significado no logra nada, aparte de que el incomodo mas que nada era yo.

-No incomodas, para nada-sonreí quitándole importancia a eso, me agradaba estar con el chico, era interesante descubrir sus reacciones a pesar de tímido, -pero si así lo deseas, puedes ir tranquilo, acabo de recordar que Enseo y yo tenemos un asunto pendiente-dije mirando al aludido, enarqueando una ceja en señal de advertencia, mas le valía no contradecirme.

Bien, estaba realmente enojado y justo en ése momento sabiendo que Ryo se iría directo a su habitación, de lo único que tenía ganas era de irme de ahí. Honestamente mi aparentemente infinita paciencia se estaba desmoronando muy rápidamente.

- De acuerdo, vete si quieres - le dije a Ryo con suavidad -. En cuanto a nosotros, Aldric-sensei, recuerde que debo ir a hacerme responsable de mis kouhais del club de matemáticas y usted debe ir a suplir a Haendel-sensei, después de todo era su turno.

Noté que el psicólogo frunció todavía más el ceño y me daba absolutamente igual.

- Cuídate, supongo que te estaré viendo por los alrededores, Ryo - murmuré dedicándole una pequeña sonrisa -. Después hablaremos, Aldric-sensei.

Esta vez no me detuve y continué caminando. Aldric-sensei no intentaría nada malo contra Ryo por el momento, si trataba de conquistarlo o no me daba igual. Al final mi lazo con Ryo era más grande de lo que cualquiera imaginaba y no tenía prisa en demostrarlo.

Claro, no tenía nada qué hacer en el club de matemáticas... después de todo únicamente pasaba por ahí cuando realmente no podía decir que no y, afortunadamente, esta no era una de ésas ocasiones.

G-gracias-a pesar de que todo salio bien seguia confundido, por lo que di media vuelta y sali corriendo, pase de largo a Eneos-sempai que al parecer se percato de las lagrimas que empezaban a salir, pero ahora que me sucedia, estaba actuando cobardemente otra vez, odiaba esa parte de mi, por suerte me dirigia a mi habitacion, solo esperaba no toparme con nadie.