Compartiendo la comida

- Ne, Ryo - le llamé mientras tomábamos nuestras charolas para ir después a seleccionar algo de comer -, ¿no me vas a preguntar por qué te trato del modo en que lo hago?

El pequeño alzó la mirada, confundido y hasta podría decirse que discutía entre lo que debía decirme...

- Ah, casi lo olvido - irrumpí, sacándolo del incómodo momento que había provocado -. Esta es la hora en que empieza la comida, para ello hay dos secciones: el área occidental y el área oriental. En el occidental son 3 tiempos más el postre, mientras que en el oriental sólo es uno pero completo, el postre se toma dos horas después. ¿Cuál te apetece tomar?

¿no me vas a preguntar por qué te trato del modo en que lo hago?-ante su pregunta solo atine a verle un poco confuso, no sabia realmente que preguntar, mi cabeza era un lio.Despues me pregunto si queria el area occidental o la oriental, creo que quiso cambier el tema para no incomodarme lo que hizo que cerrase los ojos y con una sonrisa y un poco sonrojado le respondo- en el occidental!!!....

Sonreí ante la ternura que irradiaba en aquella sonrisa. Demonios, creo que nunca me cansaría de verlo... en el poco tiempo que llevábamos juntos había visto un par de sonrisas que eran muy diferentes entre sí, pero ninguna llevaba pesar o falsedad en ellas...

Conocer a Ryo era como enfrentarme con la pureza total. Cierto es que no suele decir mucho lo que piensa, pero sus facciones delatan su contrariedad, su timidez, en fin... todo aquello que ronda por su cabeza. Es tan diferente de lo que yo soy...

- Quiero ensalada dulce, pasta y como plato fuerte lo que sea de carne roja más gelatina - le indiqué al cocinero, mientras este me servía con una sonrisa -. ¿Ya decidiste qué vas a ordenar?

Ok... si Ryo mantenía el resto de la comida esa mirada tan brillante al ver los postres definitivamente tendría que luchar más duro contra la imperiosa necesidad de ocultarlo de los ojos de aquellos que ya estaban notando lo especial que es...

Sugoi, me dige en mi mente ver toda esa comida, pero no queria mostrar una forma infantil frente a nadie-eh!!..lo que sea, da igual-dige volteando la cara como si de verdad no me importara lo que comeria.
mas no pude dejar de apartar de ese platillo no sabia cual era su nombre pero se veia tan apetitoso.

Sí, yo, Ichinose Enseo estaba enternecido con la actitud de Ryo. No porque me pareciera infantil, sino porque esa timidez combinada con orgullo era algo diferente, lindo...

Me acerqué a su oído y susurré: - Puedes señalar lo que quieras, cuanto pidas te será concedido.

Sonrojado y aún tratando de mantener una actitud indiferente, asintió.

- ¿Qué desea el joven? - preguntó el cocinero, mirando con diversión a Ryo cuando éste empezó a señalar los platillos que deseaba probar.

- Te ayudo - le ofrecí, sosteniendo su charola. De verdad estaba bastante pesada....

Sin embargo, cuando noté que estaba empezando a fruncir el ceño me di cuenta de mi error. No le gustaba sentirse débil, así que con cuidado le tendí mi charola.

- Ayúdame con la mía - le dije con una sonrisa, ante lo que él asintió, tomándola

Puedes señalar lo que quieras, cuanto pidas te será concedido.-la sangre se agolpo en mis mejillas al escuchar eso cerca bastante podria decri de mi oido, despues señale varios platilllos que queria probar, despues Enseo-sempai me ofrecio su ayuda, al parecer me cree una persona debil, cosa que odio por lo que frunci el seño, despues me pidio que yo le ayudase con la suya, era menos pesada lo admito pero asi ya no me sentia tan inferior-donde nos sentaremos?-me detuve a preguntar, no queria estar cerca de mucha gente, no me gustaban los espacios muy llenos.

Por mucho que supiese que Ryo de verdad tenía que empezar a conocer a más personas, todavía no estaba preparado para acercarlo a ellos...

Deseaba conversar tranquilamente con él para conocerlo mejor. Si nos sentábamos con los chicos que ya estaban ahí, no pararían de hacerle preguntas y eso, después de todo, tampoco le gustaría a él...

Afortunadamente había una mesa vacía en el extremo izquierdo.

- Allá - dije, señalándole con la mirada el lugar.

Nos sentamos e intercambiamos nuestras charolas.

- De todo lo que has visto y oído de este instituto, ¿hay cosas que no tengas muy claras o que quieras saber? - pregunté para empezar a pisar terreno. Sabía que si iba directamente a una pregunta que resultara ser un tanto personal, él se cerraría inmediatamente y eso es lo que menos deseaba provocar...

Ya sentados Enseo-sempai me hizo una pregunta que no me habia planteado muy bien.

.-Eh!!!..pues..realmente...quisiera saber el por que esta escuela es especial-mas o menos sabia del lugar donde ahora vivia, asi que era bueno ir informandome de poco a poco y mucho mejor al ser una persona en la que ya tenia algo de confianza...

- Sabes que la organización de Jigoku es la que controla todo lo que conocemos ahora, ¿cierto? - pregunté, a lo que él asintió -. Bien, tal como existe una persona con tanta ambición y sed de poder, también hay una persona que se atrevió a ir en contra de aquellos tontos ideales. Esa persona está a cargo de la organización Sora que si bien no tiene un poder comparado al de Jigoku, tiene la suficiente influencia para permanecer en una posición neutral por el momento.

Hice una pausa para tomar un poco de jugo de manzana, mientras miraba de reojo a los demás. Algunos no paraban de vernos...

- El mismo fundador de Sora es quien decidió abrir este colegio para formar a los niños que tomen las riendas del mundo en un futuro no muy lejano y alcancen a cambiar el oscuro panorama que Jigoku ha pintado en este presente - expliqué -. Aquí se te enseñará a explotar cada una de las habilidades que como humano posees y del mismo modo pronto serás capaz de decidir cuál es el camino que tomarás para cambiar lo que no gusta ver.

Lo miré atentamente, de pronto algo en él desprendía cierto atisbo de amargura... un semblante poco nítido que generalmente surgía cada vez que la palabra "hubiera" rondaba por la mente...

Su explicacion fue corta, pero me hizo entender muchas cosas "Cambiar el oscuro panorama que Jigoku ha pintado en este presente" esa frase me dejo un poco pensativo con respecto a mi pasado.

Creo que hubiera sido mejor haber estado aqui desde hace mucho, mucho tiempo atras, a la mejor y a asi mi vida no seria tal y como es en este preciso momento.

Y mucho mas importante, mi familia seria mas feliz que cuando estuve con ellos, a ecepcion de mi prima ella siempre trataba de que las palabras de mis padres no me hirieran, pero era algo que no se podia evitar, a pesar de que les odiaba, su indiferencia dolia y mucho.

-.Ryo, estas bien?-me pregunta sacandome de mis pensamientos-eh!!..si..estoy bien- le respondi esbosando una sonrisa en la cual se notaba un poco mi tristeza.

Esa sonrisa no me convenció. ¿Hasta qué punto me importaba este chico? Ninguno de sus gestos pasaba desapercibido para mí, nunca antes había tenido tantas atenciones con alguien...

- Ryo, no has comido nada, ¿te sientes mal? - le pregunté, poniendo mi mano sobre su frente -. Aunque no tienes temperatura...

Y tal como lo esperaba un pequeño sonrojo se asomó en sus mejillas. Ya sabía que los acercamientos tan repentinos solían afectarle, pero esa era la única forma de ayudarlo sin presionarlo del todo. Al menos así sería hasta que decidiera por sí mismo confiar un poco más en mí.

- Deberías comer o eso se enfriará - murmuré, sonriéndole.

Me pregunto si me sentia mal y al instante toco mi frente, eso provoco otro sonrojo de mi parte.
Deberías comer o eso se enfriará -simplemente atine a decirle si con mi cabeza, empece a comer pero aun parecia un poco pensativo.

-ahh!! oishisu-dije despues de probar un poco, eso hizo que mi semblante cambiase un poco de momento.

- ¿Verdad? Todos los días podrás probar comida tan o más deliciosa que esta y deberías esperar a la que sirven durante los días de celebración - dije, acaparando toda su atención -. Necesitarás un estómago realmente resistente para poder probar de todo un poco.

- ¿En serio?

- Yep, al menos nadie termina con indigestión el día siguiente. Por cierto, ¿sabes a qué club te unirás o algo por el estilo?

eh!! bueno....aun no se-Le respondi, aun comiendo, si lo se era un poco descortés pero no podia dejar de comer.

De repente recorde vagamente lo que habian discutido Enseo-sempai y Aldric-sensei, mas como no preste tanta atencion.-Eres presidente de algun club?-pregunte, algo por el estilo fue lo que oí pero debia saber si no habia escuchado mal.

- No, únicamente paso de vez en cuando para ayudarlos, pero no soy el presidente de ningún club en realidad - dije, empezando a comer mi ensalada -. Prefiero pasar mi tiempo libre leyendo en el salón de Literatura, creo que no pudiste verlo por la situación pero el paisaje que se ve desde la ventana de esa aula es tranquilo.

Ryo esbozó una pequeña sonrisa y continuó comiendo, seguramente deleitándose con el sabor de lo que ingería.

- ¿Tienes alguna afición o algún hobbie?

eh!!...-deje los cubiertos en la mesa-Bueno, yo...antes leia mucho y jugaba tennis!-le respondi tratando de recordar algo mas acerca de ese tema, al cabo aqui podra volver a mis hobbies, o eso era lo que pensaba.

- Entonces supongo que podrías pasar buena parte del tiempo en la biblioteca o en los jardínes leyendo durante las horas libres y alternar algunos días yendo a jugar tennis a las canchas de deportes - sugerí -. Yo todavía practico tennis, soy titular de hecho.

Sus ojos se abrieron con sorpresa ante mi confesión, lo cual me hizo sonreír ligeramente.

- Si quieres podemos ir a inscribirte al equipo cuando cuando terminemos de comer. Luego podrás ir tranquilamente a tu habitación a descansar para estar listo mañana...

Me sorprendio el heco que me digera que era titular, eso significaba que era muy bueno.

-Claro!Solo espero que seas bueno como para darme un buen partido-.dije con un poco de arrogancia, mas despues de darme cuenta de eso me sonroje y enseguida le di la espalda.

Era soprendente para mi el como cambiaba de actitud y creo que a Eneos-sempai tambien le sorprendia, mas despues volvio a reirse de como actuaba cada vez que hacia algo que mostrase mi estado de animo.

- Te daré algo que valdrá la pena - dije, todavía entre risas -. No sé a qué nivel estás, pero será interesante averiguarlo.

Terminé con mi ensalada y me dediqué a la pasta.

- ¿Hay algo más que desees preguntarme? - inquirí, mirando de reojo a la mesa cerca de nosotros.

Ryo ya era de por sí un chico atractivo, pero el hecho de que estuviera hablando conmigo tan amenamente siendo que era un recién llegado estaba llamando demasiado la atención... tendría que haber tenido un poco más de cuidado, en cuanto lo dejara solo seguramente se le acercarían para acosarlo con preguntas...

Diablos, tenía que hacer algo al respecto.

No..de momento-le respondi con una sonrisa y segui comiendo, a pesar de ya no tener mucho apetito era simplemente que era la primera vez que probaba algo tan exquisito.

Después de un rato simplemente quisé empezar una platica ya que a pesar de que Enseo-sempai sabía acerca de mi, yo aún no sabia nada aceca de él.

-Te gustan los animales?-diablos esa fue una pregunta estúpida, pero no se me habia ocurrido algo mejor por preguntar.

- Sí - respondí -. Especialmente las serpientes, aunque no siempre fue así.

Ryo volvió a centrar su atención en mí, esperando a que le relatara un poco más sobre esa historia. Dudé un poco, ¿y si yo era el que se hacía ilusiones?

¡BAH! Si no arriesgaba, no ganaba.

- Hace tiempo me perdí en un bosque en Kyoto. Durante esa noche que dormí al aire libre sin nada más que una fogata improvisada, sentí que algo me envolvía. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que era una serpiente enorme y evidentemente estaba aterrado no sólo por el peligro que significaba, sino también porque les tenía fobia...

- ¡¿Y qué hiciste?!

- Me quedé quieto mientras ella continuaba moviéndose. Fue algo extraño, no me apretaba ni nada por el estilo, sencillamente pasaba sobre mí para acercarse al fuego, a pesar de que la toqué no se volvió hacia mí para morderme o algo así, de hecho hasta podría jurar que se había dejado acariciar. Desde entonces les perdí el miedo y me gustan, además de ser hermosas son fuertes y orgullosas - relaté, guiñándole un ojo.

Su relato, me sorprendio, mas me disgusto un poco, yo adoro a los gatos y el las serpientes dos animales que no pueden convivir muy facilmente, si, muchos dicen que los perros y los gatos no se llevan pero yo una vez tuve de ambos y simplemente jugaban.

Pero bueno cabia la posibilidad de que una serpiente y un gato llegasen a llevarse bien, mas por que pensaba en esto, mas bien parecia como si pensara que yo era el Gato y Eneos-sempai la serpiente, vaya mi mente si que tenia mucha imaginacion.

Ryo parecía asombrado por mi relato. La verdad no había sido la gran cosa, pero por un segundo al ver sus felinos ojos me llegó un pensamiento un tanto extraño. Ryo tenía toda la apariencia de un gato pequeño y a mí, gustándome tanto las serpientes, bien se podría decir que hasta cierto punto me comportaba como una: sabía esperar el momento justo para atacar. Conforme Ryo siguiera creciendo también se convertiría en un depredador... por ahora podríamos convivir bien, ¿y después?

El solo pensamiento empezó a robarme la alegría...

- ¿Y qué hay de ti, Ryo? ¿Le has tenido fobia a algún animal o tienes algún preferido?

Prefiero los gatos!!- fue lo unico que le respondi, no se pero senti como que habia tenido la misma idea que yo, mas lo dudo el es mas maduro como pensar en cosas asi.

Me han dicho que parezco uno!-Lo dije si afirmarlo demasiado, si adoraba a esos animalesm y tenia algunos rasgos de ellos, pero seguian siendo lo que son, animales y nada mas y a veces tenia la impresion de que me trataban como a uno de verdad, eso era lo que me enojaba.

- ¿Te gustan? ¿Por qué? - pregunté, muy interesado.

Una cosa es que Ryo tuviera algunos rasgos de un felino, pero eso no siempre hacía que las personas tuvieran afinidad con otras similares...

Los gatos también eran animales bellos, pero me daba curiosidad saber qué me respondería Ryo con eso.