Compartiendo la comida

Pues su forma de ser,-le respondi.-los gatos son animales muy tiernos pero no hay que descuidarse a veces son engañosos-realmente adoraba ese tipo de caracter, a pesar de yo no ser asi, o tal vez un poco.

- Ciertamente - acepté -. Suelen ser tiernos y fiables siempre y cuando no los traiciones o los menosprecies.

Por alguna razón, ante la palabra engaño mi apetito se había desvanecido...

- Por cierto, ¿ya sabes con quién compartirás tu habitación?

no..aun no se...-lo dije un poco incomodo, no me agradaba la idea de compartir habitacion, -Espero que no sea alguien que guste de hablar mucho-lo dige mas para mi que para mi sempai, no me gusta estar con gente asi.

Tragué duro. Si mal no recordaba, había hablado bastante en el poco tiempo que llevábamos en la mesa...

- No lo dirás por mí también, ¿verdad? - pregunté con un atisbo de nerviosismo.

Tal vez sí lo había incomodado sin darme cuenta...

N-no...sempai, tu no me incomodas-lo dije de nuevo sonrojandome y desviando la mirada.

No me gusta hablar mucho con la gente y menos con desconocidos, pero contigo, h-hay una ecepcion.-
mi cara no podia estar mas roja, lo bueno era que solo viendome de cerca podia notarse, si no todo el comedor ya estaria burlandose de mi y mi actitud.

Al escucharlo decir que yo era una excepción, inevitablemente esbocé una pequeña sonrisa de alegría.

- Estoy feliz de saber que no te incomodo - confesé, mirándolo con intensidad -. Ryo, hay algo que tienes que saber...

Yo también debía empezar a ser honesto.

- ¿Qué es?

- Tú también eres una gran excepción para mí - murmuré -. Eres la persona que más me importa y no quiero que dudes eso nunca. Con el resto de la gente soy gentil, pero nunca antes he dejado que alguien se convierta en una persona cercana del todo porque siempre esperé a que alguien como tú apareciera y ahora que estás aquí sé que estaba en lo correcto. No quiero a nadie más que a ti.

Aquéllas palabras me hicieron feliz, me sentia querido de nuevo, pero
por qué me sonrojaba?, no lo hacia por incomodidad eso era seguro, pero...

Este sentimiento me confundia, era la primera vez que me sentia así, no sabía de que forma actuar.

.-Yo....-no supe que responderle, yo le importaba mucho y apenas nos empezabamos a conocer.

Me puse mas nervioso.-Eh...por que no vamos a otro lugar?..-le pregunté tratando de calmarme, aparte ya habíamos acabado de comer y esta platica como que no era bueno tenerla en un lugar así, donde casi todos nos miraban.

Creo que al final sí hablé demasiado...

Ryo había evadido el tema. ¿En qué demonios estaba pensando? Incluso yo sabía que declaraciones de ése tipo no se sueltan mientras uno come...

- Claro - fue lo que respondí, poniéndome de pie para llevar mi charola a su lugar -. Debemos ir ahora al club de tennis para inscribirte y después te dejaré en tu habitación, así sabrás finalmente con quién te ha tocado compartirla.

Tendría más cuidado de ahora en adelante. Lo que menos deseaba era alejarlo de mí luego de habernos encontrado tras 2 largos años...

Si-. le respondi, realmente el pensar que me dejaria en mi habitacion y se iria me dejaba un poco triste.

Realmente tenia ganas de pasar un rato mas con Enseo-sempai, aparte queria conocer un poco mas acerca de el, pero no me atrevia a preguntarle, no despues de esa declaracion.

- Deja tu charola encima de aquella repisa - le dije, señalándole el rincón al fondo.

Cuando lo dejamos, miré de reojo a todo el comedor. Me imaginaba que no podrían aguantarse mucho tiempo más la intriga...

- Vamos al club de tennis entonces.

Sin embargo, esta vez no me atreví a tomarlo de la mano...
En verdad había hablado demasiado.



CERRADO