Un "pequeño" accidente

Murmuré un par de insultos hacia mi mismo mientras arrastraba una de mis piernas hacia la enfermería esperando encontrar a alguien, milagro fue que yo lograra encontrar la ubicacion. Miro hacia uno y otro lado sin embargo el silencio que me rodea me deja mas que claro que nadie vendrá a auxiliarme, genial, ahora donde se habían metido los enfermeros?

Desvié mi mirada ahora hacia mi pierna sangrante, por estar en una de mis "excursiones" caí al río y me golpeé contra una roca abriendome una profunda herida en mi pierna derecha, no me quejaría demasiado si pudiera curarme yo sólo, mas la herida está en mi pantorrilla y por como me duele ahora me será imposible doblarme lo suficiente para curarme yo mismo, y encima estoy empapado de la cintura para abajo...

Hace un buen rato que espero a que llegue alguien de enfermería sin ver más que un par de pacientes esperando inútilmente hace poco más de una hora, suspiro pesadamente dejándome caer con suavidad contra la pared de una habitación al parecer desocupada, me da por caminar sin rumbo fijo por los pasillos, divisando a varias enfermeras por el camino que al parecer no hacen completamente bien su trabajo, termino bastante lejos del lugar donde había permanecido apoyado hasta ahora, comenzando a preocuparme por la ausencia de personal...

Giro mi rostro para ver algo o alguien de preferencia, sin embargo nada, nadie ni de lejos se puede divisar.

Recuesto mi espalda contra una pared y me dejo caer hasta el suelo, no tengo animos de pararme a buscar una silla, ya despues cuando me duela menos intentaré regresar a mi dormitorio y allí curarme sólo, si de verdad logro llegar.

Diviso una figura a mis espaldas, creo reconocerla aunque no me fijo demasiado, al menos hasta que veo unos finos hilos de sangre resbalar por debajo de una de sus pantorrillas, no es que me importe demasiado, pero la curiosidad me vence, al menos esta vez, me agacho poniéndome a su altura intentando enfocarle la cara, observando impresionado la magnitud de la herida que lleva en dicha pierna.

Levanto el menton al sentir un sombra cerca, con la esperanza de que fuera algún enfermero mas encuentro una cara conocida, conocida sí, pero que no deseaba ver por algún tiempo, no después de descubrir... aquello.

Le miro sorprendido quedándome completamente parado durante unos instantes, a cualquiera me imaginaba encontrar aqui menos a él, y menos aun en estas circunstancias-¿qué has hecho?-no puedo evitar preguntar al ver el estado de esa herida tremendamente profunda, consigue darme escalofríos al pensar en el dolor que debe causarle....

Le miré entrecerrando mis ojos, recorriendo su cuerpo con ellos, etrechando mas la mirada al llegar a sus caderas, parta luego bufar con fastidio, empiezo a odiarme.

-Paseando un rato, no ves?-bien, la hice, no debí hablarle así, pero no pude evitarlo, creo de verdad que estoy celoso.

-no hace falta ponerse así, solo preguntaba-no puedo negar que eso me ha dolido, no me esperaba esa reacción por su parte y, de hecho, estoy esperando una respuesta al por qué de esta, si he sido yo el causante

Suspiro con cansancio.

-Lo siento, vale?, no he debido ponerme así-murmuro sin querer decir el verdadero motivo, talvez se complazca con solo esa respuesta, aunque con lo curioso que es...

-no... de todas formas me gustaría saber a que ha venido eso-no es por simple curiosidad, de eso estoy seguro, en verdad me preocupa esa herida, por la pinta que tiene y el color que está adoptando puede traerle consecuencias muy graves, suspiro pesadamente sintiendo como me viene una idea a la mente...

-Solo ha sido un accidente, no te...-me corto yo mismo al darme cuenta de lo que iba a decir.

Mis labios se ensanchan levemente en una sonrisa cínica, que tonto, como si pudiera él sentir eso por mi, ni eso ni nada.

-Estoy bien-digo finalmente intentando levantarme del suelo, sin mucho exito he de agregar para mi fastidio.

-Escucha, sé algo de medicina, podría mirarte eso-suelto de carrerilla evitando trabarme innecesariamente, lo sé, me muestro tan pendiente de él que incluso puedo parecer cínico, a fin de cuentas aun no soy nadie cercano a él, aunque no por gusto...

-No hay problema, de verdad, has de estar esperando a alguien, no quiero incordiar, puedes ir tranquilo-intento sonreir, mas una mueca se forma solamente cuando la pierna me manda algunas punzadas de advertencia al tener que forzarme a pararme del suelo, en cuelquier momento me caeré, lo sé, y prefiero que Ray no esté cerca para cuendo eso ocurra.

-Si lo hay, podrías quedarte paralítico si haces tonterías...-nunca me había interasdo tanto por el bienestar de una persona, menos de esta forma, no me considero insensible pero tampoco el tipo de persona que se va preocupando por otras que no tienen nada que ver con migo, pero esta vez es dierente....

-Bien-murmuro esta vez logrando formar una sonrisa medianamente falsa, -entonces iré en busca de algún enfermero-camino muy lentamente, cogeando y saltando sobre mi otra pierna para no caerme, no me he alejado ni dos paso del chico y estoy cansado como si hubiera estado corriendo, mi respiracion irregular lo dice todo, -no te quedes ahí, estoy bien-afirmo al ver que no se a movido en todo el rato, -na hagas esperar a ese alguien-digo guiñandole un ojo con coquetería, ocultando, ahora sí, mis sentimientos.

-No tengo la más mínima intención de irme y dejarte así, no pretenderás caminar en ese estado ¿no?-sea lo que sea que pretenda con esto no pienso dejarle así, lo sostengo de un brazo con cuidado de no hacerle perder el equilibrio, acerco la nariz acariciando suavemente su mejilla, notando el calor de esta, parece tener una fiebre muy alta y, dada su situación, es normal-oye, no seas bruto, deja que te ayude, sé lo que hago...

Siento como cada musculo de mi cuerpo se tensaa por su cercanía, y la caricia que le regaló a mi mejilla me hace sonrojar levemente como si fuera un quinceañero, absurdo, hacía mucho que no me sentía así.

-Te he dicho que estoy bien-repongo mi postura, no quiero que me acompañe, no quiero sorpresas desagradables.

Al pasar mi brazo por su hombro mis ojos se cierran por un escaso momento rememorando la sensación de sentirlo, aunque frunzo el ceño luego de.

-Estoy bien-afirmo con aplomo deteniendome.

-Perdona pero no creo eso, estás perdiendo demasiada sangre, no hagas tonterías...-no pienso dejarlo en ese estado se ponga como se ponga, si hablamos de cabezotas nome quedo atrás, además, le debo esta, y aunque no fuese así tampoco le dejaría marcharse solo, soy incapaz, fuera de cualquier síntoma de gratitud.

-¿Desde cuando eres tan buen samaritano?-le miro directamente a los ojos para recibir su respuesta, sin embargo no hay cariño, ni la comprension de un psicologo, en mis ojos solo puede notarse la fría capa de hielo que he forjado para evadirlo.

-¿Me puedes explicar que te pasa con migo?-no entiendo el por que, su voz es diferente a como la recordaba, incluso su mirada, es incluso más fría de loq ue puede llegar a ser la mía normalmente, siempre y cuando no esté frente a él.

-¿A mi?, nada, ¿que debería pasarme?-ladeo el rostro con el ceño aun fruncido con cierto agobio, ¿por qué actúa como si no ocurriera nada?

-Eso es lo que quiero saber...-auqnue comienzo a hacerme una idea de lo que realmente le pasa no puedo evitar preguntar, más que curiosidad es por necesidad, solo espero que el motivo no sea el que estoy pensando...

-No pasa nada, ¿ves?-me separo de él y abro los brazos para que me vea completo, -Estoy perfecto-digo con sarcasmo ibtentando entra al consultorio vacío cojeando, intentando alejarme de él, mis nervios empiezan a traicionarme.

-Eso ni tu lo crees, no puedes hacer nada tu solo, ¿por qué te pones así?-vuelvo a sujetarlo del brazo intentando mantenerlo cerca de mi, el ambiente está muy tenso, incluso más de lo que estuvo en un principio la última vez, le miro a los ojos como intentando ver algo en estos, parecen capaces de congelar el mismo infierno

Entre cierro los ojos molesto, le tomo el rostro entre las manos y cubro sus labios con los mios sintiendo un jadeo sorprendido de su parte, no lo culpo, ni yo sé lo que hago, -ya estoy mejor, puedes irte-me separo de él con desden, algo raro en mi usual comportamiento cariñoso.