pasando el rato *Aldric, Yuuichi*

-No quiero ser estorbo....-Susurra...-No quiero que os sintáis obligado a protegerme, o a darme de comer, se que no cambiara nada...por que me seguiréis tratando de igual manera, pero solo quería dejarlo claro...-Concluye levantándose del asiento...dirigiéndose a lanevera y tomando un vaso de agua, su garganta estaba seca.

-¿Quiere?...-Pregunta mostrando el agua.

-No, gracias-niego suavemente a su ofrecimiento, le miro con atención entrecerrando los ojos y le hago un gesto con la mano para que vulva a sentarse juntos a mi, -no me... no nos sentimos-arreglo, -obligados a darte de comer o cuidarte, es algo que hacemos por gusto porque de una u otra forma te queremos, que te hace pensar que eres un estorbo?-

Vuelve a colocar cada cosa en su sitio, sentandose al lado del psicologo, que parecia empezar a adoptar el papel de su trabajo...

-Solo soy un crio a vuestros ojos...-Comienza...-Es más, la razón por la que creo que "estorbo" o simplemente "sobro" creo que la conoce usted mejor que yo, al menos que solamente sea meras imaginaciones mías...que creame, muchas veces he deseado que sean solo eso, imaginaciones...demo...su forma de mirar...su forma de actuar...-Suspira, bajando la vista...sin terminar la frase, el psicologo la sabria interpretar muy bien...claro que si...

-Y si....puede que me "quieran" pero no de la forma que deseo...un defecto...ser algo caprichoso...

Suspiro, negando con la cabeza.

-Eres un niño a ojos de cualquiera, pero eso es por tu edad, si me lo preguntas, eres un chico fuerte que ha sabído salir adelante enfrentando lo que se te presenta y sí, tienes defectos, como todos los tenemos pero eso no te hace menos humanos o una mala persona, de heho, son por ellso por los que te das a querer-le miré, ahora con todo el aplomo que poseía, -quizas no sean imaginaciones tuyas, pero creeme que intentaré arreglar eso, pero primero necesito que me digas que es lo que crees que imaginas?-

Esta vez niega este con la cabeza...

¿Para que hablar mas de lo necesario?...

-No quiero que arregle nada, es algo que puede que tenga que afrontar yo solo...-Sonrie, invisible ante el mayor, puesto que su mirada seguia baja...-No quiero ser molestia, nunca he querido, ya lo fui una vez, no quiero volver a serlo...

-No eres una molestia, como te lo voy a decir para que entiendas?-me exaspero un poco, tomando aplomo le caricio la mejilla sonriendole con una atisvo de ternura, -¿por qué dices eso pequeño?-

-No lo se...-Poco a poco finas lágrimas mojan la mano del sensei...tal vez, necesitase desahogarse...
Su cuerpo tiembla ligeramente...ese curso pasa tan rápido...y tantas cosas, que se le acumulan en mente y cuerpo...Ray, el sensei...tal vez sean los únicos en ese lugar que tengan un atisvo de interes en su persona...por no decir de Keiser, el amable albino que conocia un dia en la biblioteca...o Ryo, el chico que parecía tener tambien algunos problemas...si...eran pocos "amigos" pero algo era algo...
Ahora...estaba el tema de Ray...el chico que le había robado el corazón...no se lo reprochaba, para nada, pues feu solo culpa de Yuuichi el haber dejado que ese sentimiento creciese poco a poco...solo, por la cariñosa forma de tratarle, talvez demasiado cariñosa...
Y por ultimo el sensei...no lo conocía bien, pero siempre se había comportado de forma tan simpatica con el...pero, desgraciadamente...el sensei, sea la persona más amada por el chico que un día le robó el corazón...aunque tambien puede que se equivoque...aunque esas miradas....

En un impulso le abrazo, apretandolo contra mi pecho, sintiendo como mio todo lo que le aquejaba, la insertidumbre, el dolor, la aflicion, era una marea increiblemente grande de entimientos en un cuerpo tan joven e inocente.

-Si quieres llorar, puedes hacerlo-susurro suavemente, acariciando su nuca con mis dedos, instnadolo a recostar su cuerpo sobre el mio, sé que por ahora no puedo hacer mucho pero al menos seré quien le escuche y esté para él cuando lo necesite.

Sus manos se aferraron a la camisa del pecho del psicologo, apretandola con fuerza...comenzando a llorar amargamente, si , definitivamente lo necesitaba...

Pesaba tanto....ese malestar....pasaba, tanto...

Le aprieto contra mi al sentir las convulciones que le aquejan por el llanto amargo que ahora suelta, es tan triste que dan ganas de llorar junto a él.

Bajo la mano que estaba en su nuca hasta su espalda y le acaricio suavemente, sin decir nada, ahora lo mejor sería que se calmara cuando lo creyera posible, nada de presiones, así se lo hice saber cuando le hice sentarse nuevamente en mis piernas y le acuné con cariño.

Era increible el afecto que podía llegar a tenerle en tan solo unos días de conocio...unos minutos...era...tan tranquilizador...su corportamiento...como el de una madre protectora, dulce, quien te acuna en las noches de pesadilla, en las noches en donde te sientes solo y avandonado...una madre...y aunque la realidad fuese muy distinta...era tranquilizador...
El suave movimiento acunador...su cuerpo cálido, todo...todo era como un elixir de ayuda...

Poco a poco el llanto fue parando...hasta quedar en simplee colvulsiones y respiración agitada...pero o se movió, se quedo allí, entre esos brazos calidos...

Susurré un suave "descanza" cuando le sentí tranquilizarse lentamente entre mis brazos, sin dejar de acunarlo, comencé a acriciar su costado de forma circular, buscando arrullarlo y adormecerlo, necesitaba descanzar si de verdad quería estar de piue mañána por la mañana cuando salgamos de este lugar, o antes, y rogaba porque fuera antes.

Las suaves caricias del mayor se hacian presentes...causando un leve sonrojo en las mejillas del pelinegro...¿acaso las necesitaba?....si...si que le hacian falta...solo...un poco de cariño, nada mas...

Salgo del baño con una toalla envuelta a penas cubriéndome la mitad del muslo buscando un poco nervioso la ropa que creí tener a mano, que yo sepa solo estamos nosotros tres aqui dentro aunque comienzo a creer lo contrario, al menos me da que pensar el hecho de no encontrar mi ropa en ningun lado cuando estaba seguro que la dejé en frente mía antes de entrar

-Sensei...Ray-senpai...todavía no ha vuelto...¿donde fue?...-Pregunta volviendo a abrir los ojos, levantandose con pesar de encima del mayor...parandose en la entrada de la cocina, mirando con temor la oscuridad del pasillo...

Quedé pensativo cuando el pequeño preguntó por Ray, ciertamente, el chico llevaba tiempo si aparecer y si mal no recordaba había dicho que iría a las duchas, me puse de pie junto al pequeño y mir´çe en su misma dirección.

-¿Qué tal si lo buscamos?-pregunté con ua sonrisa intentando infundoirle tranquilidad al chiquillo.

El pequeño asintió satisfecho de que el mayor pensase de su misma forma, tomó la mano del castaño y comenzó a salir con algo de temor fuera de la estancia con luz...

-En...en este pasillo no hay luz, recuerdo que la pasada clase teniamos hora libre, y un estudiante de mi seccion la rompió.-Informó mientran intentaba encender el interruptor saviendo que no conseguiría nada.

-Mierda...-Intento desplazarme sin resbalarme a causa del agua que escurre por mis piernas sujetandome a cualquier cosa que me encuentro por el camino, la escasez de luz me hace perder el equilibrio de vez en cuando, el unico ruido que escucho es el de mi respiración a estas alturas bastante agitada

-No te preocupes-sonrío al pequeño, tomándole de la mano y guiándolo a paso firme por el oscuro pasillo, -mi visión no es perfecta pero sé deselvolverme aquí, quedate junto a mi y no te pasará nada-camino con confianza acercandome cada vez más a los baños, sin acelerar la velocidad pues comprendo que el pequeñin no pueda avanzar igual que yo por este lugar tan oscuro.

Cuando llegamos a los baños suelto la mano del chico y le doi un ligero empujoncito por los hombros para que se adelantara.

-Mira si tu senpai está allí-le dije, sonriendole para darle confianza, -te esperaré aquí afuera-aseguré pues no pretendía que creyera que lo dejaría solo.

Avanzan por el oscuro pasillo, mientras Yuuichi se aferra a la mano del psicologo, quien camina con soltura, pero sin adelantarse...hasta llegar a los baños, en donde empuja con cuidado al azabache, quien le mirá desde dentro algo confundido..

-¿No entra conmigo?...-Notó la negación del otro...y se acongojó un poco...asintió y comenzó a caminar...

-Sem...sempai, ¿esta por aqui?...Sempai...-Comenzó a llamar una vez comenzó el camino...

Escucho la voz del pequeño tanteando por el estrecho pasillo a ver si por casualidad daba con algun interruptor, sin darme cuenta pierdo la toalla por el camino intentando retroceder con la intencion de recuperarla, aunque me es demasiado dificil

-¿Senpai?.....-Vuelve a llamar...y sigue caminando hasta que tropieza con la figura de alguién,...asustandose al principio, dandose luego cuenta de que se trata del mayor...

-Senpai! nos tenía preocupa.....-CUando se da cuenta de la desnudez se sonrroja, dando pasos hacia atras y tapándose los ojos...-Gomen!

-...-Miro al pequeño retrocediendo unos pasos hgacia atrás, sintiendo un fuerte ardor recorrerme el cuerpo, precisamente tenía que encontrarmelos en esta situación, porque sé que Al le acompaña-L-Lo sien..-estornudo casi precipitándome hacia el suelo, era de esperar que acabase resbalando en cualquier momento, me aprieto el pecho con fuerza con ambas manos sintiendo varios pinchazos incluyendo la zona del costado y un fuerte dolor de cabeza

-¡¡Senpai!!-Grita preocupado, acercándose as este una vez está en el suelo, acogiéndole en un abrazo, acariciando su cabello...

-¿Esta bien?...-Obviamente no estaba bien...-¿Que le ha pasado?...¿Le duele la tripa?...la cabeza?...el corazón?...Senpai conteste...-Yuuichi desesperado mira hacia atrás, por el pasillo que había avanzado...observando solo oscuridad...

-¡¡¡Sensei!!!...Ayuda!!!!! Al senpai le pasa algo!!! Sensei!!!!-Grita aterrorizado...esperando que llegase, mientras sus caricias en el cabello de su superior no menguaban.

Giro mi cuerpo hacia la negrura del pasillo que daba a los baños a escuchar al pequeño Yuuichi gritar, preocupado me adentré al lugar rápidamente buscando con la vista a ambos chicos, ayudándome a penas la escasa luz que había allí.

Noté una silueta no muy lejos de mi y me acerqué a ella, era el pequeño que se había arrodillado en el suelo, aún mas preocupado le toqué el hombro para llamar su atención pensando que talvez se hubiera golpeado o que algo le dolía, sin embargo con lo que di fue el rostro de Ray contorsionado por el dolor, mirando sin creer lo que había pasado aparto con suavidad al niño y miro al otro chico.

-¿Qué le pasó, Yuu-chan?-