Compañía al despertar (Yukimura Kei)

-Mmm... -consideré seriamente la proposición con mueca pensativa sin apartar la vista de él.- Es factible, supongo, no perdemos nada por probar.-me encogí de hombros conforme. Asentí calmadamente y, aprovechando que aún tenía a Yu a apenas unos centímetros de distancia alargué la mano inadvertidamente por detrás de su nuca. El golpe fue contundente.- Por idiota.- y me volví de nuevo al ordenador.- ¿Qué te parece si de momento nos entretenemos echando un vistazo a algunos programas de manga por ordenador?

- ¡¿Eh?! ¡¿Entonces lo haremos?! - pregunté con miedo, bastante asombrado porque aceptase mi estúpida proposición - oh Dios… que vergüenza - empecé a agobiarme de sólo imaginarme mañana en esa situación, que aunque ficticia, dudo que eso disminuyese la pavor que me daría.

- Oye, encima de que te halago… - me quejé sobándome la zona golpeada por segunda vez en el día, si mal no recuerdo. - ¿Programas manga por ordenador? - le cuestioné sin entender de qué trataba eso - ¿Qué no estábamos con mi clase de educación sexual? - le recordé con total inocencia, mirándole con cara de cordero degollado… Quizás con un poco de suerte aceptaría darme las clases un poco más visuales, ya que lo que haría sería dibujarlas era necesario que las viese.

-¿Pero aún tienes más preguntas?-pregunté incrédulo. Al final iba a convertirme de verdad en su tutor sexual... ay, qué mal sonó eso.- Pregunta, anda, pregunta...- accedí derrotado.- Pero cuidado con cualquier cosa se te esté pasando por la cabeza... -reuniendo tantas indicaciones al final resultaría que le gusto a Yu... Mi cabeza se negaba a aceptar ese hecho y prefería encerrarlo bajo llave en la misma caja que guardaba la noche anterior. Lo peor fue no estar seguro de la razón exacta por la que prefería tenerlo bajo candado, si por desagrado... o por todo lo contrario.

- Uhm… la verdad es que ahora no se me ocurre ninguna otra pregunta - reí nerviosamente por haber tenido que mentir y quedar como un idiota, pues recién me daba cuenta de que mis dudas ahora eran respecto a besos que… por razones obvias no preguntaría y menos sacaría un tema sobre besos aunque no tuviese ni la menor idea de cómo darlos o actuar cuando los recibes y cómo continuarlos, cuánto duraban, si se mantenía o no la respiración… Sólo sabía el típico roce de labios y lo poco que pude descubrir ayer. - En realidad había pensado algo más… no tan teórico sino ver algunos ejemplos de manga, supongo que lo primero será fijarse en otros ¿no?

Entrecerré los ojos molesto.

-Pues si no tenías preguntas no sé a qué insistes. De todas formas, ¿sabes algún manga en particular que quieras buscar? Creo que el libro tiene una serie de mangas recomendados en algún capítulo...

- Es que como no quieres responderlas prefiero no hacerlas - le contesté en tono un poco borde en venganza por su falta de desconsideración hacia mi desconocimiento. Tomé el libro para así ver las recomendaciones de las que estaba hablando, leyendo algunas de ellas. - ¿Qué te pasa? Estás muy raro… - agregué sin despejar ojo de las hojas un como extrañado por su cambio radical de comportamiento… Tan solo hace unos minutos estaba agradable y cariñoso y ahora parecía molesto con todo. Quizás me había pasado con el asunto pero sólo intentaba hacer que no había pasado nada y olvidar el tema de la llamada, bromear un poco para no empezar a preocuparme con todo lo que vendría mañana... Cogí el control del teclado para buscar uno de los mangas que parecía más interesante, algo sobre un cantante y un novelista.

-¿Eh? No... no me pasa nada, simplemente pensaba en otras cosas... Te diré que más vale que tus padres no contacten con los míos, porque no les hará gracia que usemos la fama de la familia, teniendo en cuenta que yo soy precisamente su infamia.-no me ponía precisamente de buen humor hablar de mis padres, era algo superior a mí, inconsciente. Aunque soportable, tampoco era que estuviese molesto. Eché un vistazo a la lista de mangas yaoi.- He leído comentarios sobre algunos de esos.-señalé el principio de la lista en que se encontraban los más famosos, algunos llevados al anime.- Junjou Romantica, Sukisyo, Loveless, Gakuen Heaven... Mayormente son bastante suaves... Estos otros de más abajo son más fuertes: Ai no kusabi, Boku no pico y demás ovas de éste, Haru wo daite ita menos, pero no es shonen-ai... Los que he leído buena crítica en cuestión de dibujo son Loveless, Papa to kiss in the dark... Loveless sobretodo...- iba señalándolos en la lista del índice. Me di cuenta de que debía sorprenderle la cantidad de series que conozco y expliqué:- Tengo mucho tiempo libre, en casa sobretodo.- y me encogí de hombros.- Leo de todo, en internet se encuentra casi cualquier información y yo me intereso por la mayoría de los temas, ya que no me ocupan mucho.-repuse con cara apática y casi que aburrida por la facilidad.

- Lo sé… Intentaremos que eso no ocurra… - entendía su preocupación ya que él no era el único - pero procuremos no pensar ahora en eso, ya mañana tendremos tiempo de sobra. Además… has sido tú el que ha dicho de venir, si cambias de opinión no pasará nada. Tampoco moriré por volver a mi antiguo instituto y algunos me echaran de menos - mentí despiadadamente no queriendo comprometer demasiado a Kei, tampoco quería meterlo en problemas, me haría sentir mal sabiendo que lo hizo por ayudarme, así que si se echaba para atrás estaba en su derecho, seguramente se podría cancelar su billete en tal caso.

Una gota resbaló por mi cabeza al escuchar su aclaración… Precisamente eso andaba preguntándome, era sospechoso que supiese tanto de yaoi - ¿seguro que no te gustan los hombres…? - le pregunté con sospecho, mirándole desconfiadamente... Aunque tuviese mucho tiempo libre para los heteros era normal sentir cierta repulsión de ver eso, como si se estuviesen engañando a sí mismo si lo viesen y verlo sería un indicio de que eso le agradaba, que sin duda ponía en duda la sexualidad de uno.

Le miré con escepticismo, no estaba teniendo mucho éxito para aparentar. Rodé los ojos.

-Creéme, tengo demasiado tiempo libre, en estos 16 años me he aburrido suficiente para leer prácticamente de todo, incluso de arquitectura romana y tácticas militares, así que no te sorprendas.-me encogí de nuevo de hombros y cerré las ventanas del ordenador, visto que ahora nos dedicaríamos al librito y que ya teníamos reservados los tickets.- Mis padres no se enterarán.-declaré también.- Bastante poco les importa lo que haga, ni me llaman ni yo les contesto cuando lo...-una melodía clásica inundó la habitación. Hablando del rey de Roma... Me levanté de la silla con despreocupación hasta alcanzar mi chaqueta descuidadamente tirada en el suelo y saqué de un bolsillo mi móvil. Sólo podía ser una de tres personas, porque la cuarta estaba sentada al lado mío. Efectivamente un pequeño texto indicaba que había recibido un mensage de Tetsuya. Fruncí los labios con disgusto, con lo bien que me había levantado esa mañana. Encabezaba el mensage un alegre "Feliz Navidad!" seguido de un mensage que me hizo subir un escalofrío por la espalda: "No t lo vas a creer, m an dado uns vakcions d alreddor d una smna, star ai xra felicitart n prsona mñna mismo, no es gnial? Speram y no jueges al scndit, pasarems unas fantastiks vakciones n familia tu y yo, ya k pp y mm no kieren. Pont bonito, bss y asta pronto. Se qal es tu abitacion." La amenzaba claramente explícita. Sentí ganas de darme palmadas en la espalda.

-Que quede claro que voy y nada me hará cambiar de opinión.-reafirmé mirando a Yu y componiendo una sonrisa bastante real mientras le daba al botón de borrar. Mi hermano se va a enfadar cuando se entere de que no estoy a su alcance en esos momentos, y una parte bastante grande de mí se regocijaba en ello, aunque la otra enfriaba bastante los ánimos. Dejé el móvil sobre el escritorio y comencé a cambiarme para ponerme un chándal azul marino. La puerta del armario impedía que Yu me viese desde su posición, por lo que pude relajar la cara y borrar la sonrisa falsa mientras me cambiaba. Volví a asomarme.- Creo que iré a hacer algo de ejercicio al bosque, puedes traerte el libro.-mi expresión completamente controlada se veía serena.

Escuché su explicación sin acabar del todo convencido, seguía pensando que no era algo que los hombres buscasen ni aún sin nada que hacer, antes aburrido a pasar un mal rato, eso seguro. Ignoré completamente su llamada o mensaje, lo que fuese, pero por sus labios fruncidos y expresión pude hacerme a la idea de que sería alguien de su familia. Parece que hoy era el único día en el que cumplirían las familias para acordarse de nosotros, aunque no precisamente para desear felices fiestas.

- Está bien, como gustes… Aunque te advierto que hay algunas cosas que… se me han olvidado mencionarte y eso, así que si luego te sorprendes o arrepientes, no me vengas a echar la culpa - le avisé mientras él se cambiaba, cogiendo el libro junto a mis cosas para dejarlas de paso en la habitación - entre ellas, olerás mucho tabaco ahí dentro, así que siento que vas a tener que acostumbrarte - nada más todos en la casa fumábamos, parecía que fuese la única cosa en común que teníamos - y hablando de tabaco… ¿y mi cigarro diario? - le recordé ya que según quedamos ayer, él sería el que me llevase el control y administrase uno al día y precisamente ahora empezaba a necesitar uno.

-No, dudo que se te hayan... olvidado.-corregí, pero no insistí más en ello. Fruncí la nariz con mala cara ante la mención del tabaco como rasgo familiar.- Argh, que remedio... me adaptaré, pero no, no me acostumbraré, en mi casa también hay alguien que fuma, y no me acostumbro nunca. Y no creo que intenten disgustarme en forma alguna, después de todo... soy su futuro ahijado rico, ¿no?-pronuncié de forma burlona. Cualquier cosa era mejor que afrontar la visita de mi hermano.- El cigarro te lo doy cuando estemos fuera en el bosque si es que te vienes, no creas que te dejaré fumar dentro de mi habitación.- me puse la banda de la cabeza me mojé un poco el pelo en el baño para salir.

Reí nerviosamente, efectivamente no es que se me hubiese olvidado precisamente, más bien había ciertas cosas que mientras más pudiesen aplazarse mejor y por mí que ni supiese de ellas, no servía de nada saberlas y eran todo un estorbo. - Sí, ya… aunque en mi casa no encontrarás solo a tus “suegros” - le contesté en el mismo tono que él empleó. - Entonces vayámonos ya… Por cierto ¿se te fue ya el dolor? - recordé de repente al imaginarme a Kei haciendo ejercicio, la patada de antes.

-Sí, no te preocupes, no eres tan fuerte para dejarme sin descendencia con un único golpe. Estoy bien y necesito mis ejercicios de buena mañana si no quiero oxidarme, normalmente los hago cada fin de semana, pero aprovecharé ya que estamos de vacaciones para hacerlo más a menudo. Incluso te puedo enseñar unos ejercicios que no te costarán esfuerzo y verás que no es tan horrible como crees. Nada difícil o complicado, así que no te tienes que preocupar.-cogí el picaporte de la puerta esperando si me seguía.

- No me provoques que soy capaz de intentarlo, a ver si soy fuerte o no… - fui con él que ya me esperaba en la salida a punto de salir. - Como quieras aunque el ejercicio tampoco es lo mío… - me temía que estaba quedando demasiado inútil ya que nada se me daba bien - así que no te rías de mí - le amenacé pasando por su lado y adelantándome en el camino.

Le seguí y cerré la puerta a nuestras espaldas.

CERRADO